Capítulo 27

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Trate de soltarme hasta que reconozco a la persona que me estaba deteniendo

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Trate de soltarme hasta que reconozco a la persona que me estaba deteniendo.

—Calma, soy yo— dijo kaiser tratando de calmarme.

—K-kaiser, tenemos que irnos alaric estaba —no puedo seguir hablando por las lágrimas.

Káiser me abrazó con fuerza, tratando de reconfortarme mientras las lágrimas caían por mis mejillas.

—Shh, tranquila, estás a salvo ahora—.

—¡kaiser! —lysander llegó hasta nosotros notando que estaba manchado de sangre.

—¿Qué pasó? ¿Estás herido? —pregunte mirando si tenía alguna herida.

—No, no es mi sangre. Encontré a Alaric cerca del puesto que explotó, trato de atacarme, pero logré detenerlo por un tiempo—.

—¿Dónde está Killian y los demás? .

—están ocupados con todo el desastre, pero están bien, nosotros debemos irnos ahora —asentí no muy convencida.

"¿Dónde estás?"

No obtuve respuesta de nuevo, por lo que decidimos regresar a casa lo más rápido posible. Al llegar, nos encontramos a nuestros padres esperándonos.

—nos informaron lo que pasó, ¿están bien? —preguntó mamá mientras nos examinaba con la mirada.

—estamos bien, lo importante es que alaric intentó atacar a Charlotte después de causar un alboroto en la feria —explicó kaiser con simpleza.

—pero qué delicadeza kaiser—regaño Alexandre.

Todos se quedaron en silencio durante unos segundos hasta que papá decidió romperlo después de soltar un suspiro.

—decidido, niños arreglen sus maletas.

—¿Arreglar nuestras maletas? ¿A dónde iremos? —pregunté, sorprendida por la repentina decisión de papá.

—Vamos a irnos con mi padre, lo mejor será pasar ahí una temporada —explicó.

—Einar ya había hablado de eso— dijo mamá con molestia.

—kasia tú mejor que nadie sabe qué es lo mejor, si seguimos aquí podría lastimar a Charlotte—dijo papá mientras se acercaba a mí.

—¿podrías dejarme ver tu rodilla cariño? —miré a papá con extrañeza ante su pedido, pero le hice caso dejando ver una fea herida.

—no me había dado cuenta de esto, no se preocupen yo puedo curarme sola—dije para tocar la zona afectada y sacándola con rapidez—taran.

—retomando el tema, hagan sus maletas nos iremos mañana en la noche—dijo papá para salir de la sala de estar junto a mamá.

Sin más opciones subí a mi habitación para cambiarme, después empecé a buscar alguna maleta, empecé a revisar mi armario y mis cajones, seleccionando lo que necesitaría hasta que el sonido de un golpe en mi ventana me hizo saltar de susto. Me acerqué lentamente a mi balcón.

El Encanto PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora