Dos.
Dos.
Dos.
Rin salió del consultorio sintiéndose mareada, su hermana la esperaba en el exterior del mismo, sin sospechar nada de lo que había ocurrido dentro de esas cuatro paredes.
—¿Qué pasa, Rin? Estás muy pálida—se preocupó Kagura al detallar en el aspecto de su cara, pero sin duda su palidez era el último de sus problemas. El verdadero problema de Rin, radicaba en su interior, dónde dos bebés se formaban. Y no, no eran las criaturas en sí el inconveniente, sino el padre de las mismas.
«¿Cómo pudo pasar esto?», se preguntó la joven, negando ante la pregunta de su hermana y continuando su camino como si nada. En ese momento, se sentía como una especie de zombi, moviéndose por pura inercia, pero sin deseos reales de hacerlo.
—¿La doctora dijo algo que te disgusto?—continuó Kagura con su interrogatorio, necesitaba saber qué había sucedido para que su hermanita se viera como una persona a la que acababan de dar un diagnóstico de muerte.
—No es nada, Kagura—la corto Rin de forma brusca. Simplemente, no tenía la paciencia suficiente como para lidiar con sus insistentes preguntas, estaba metida en un problema de proporciones catastróficas y le urgía encontrarle una solución al mismo.
Kagura decidió no insistir, aunque sus pasos regresaron al consultorio de la doctora Becker, si Rin se negaba a decirle lo sucedido, entonces aquella mujer sí lo haría.
—Doctora—irrumpió sin siquiera tocar la puerta.
Alviria la miro desde su escritorio sin expresión aparente.
—¿Sucede algo, señora Taisho?—interrogó en su tono habitual, el mismo que usaba con todos sus pacientes.
—Eso quisiera saber—expuso entrando a la habitación—. No pretendo acusarla de nada, pero desde que Rin se quedó a solas con usted, su actitud cambió de forma brusca. ¿Acaso le dijo algo que le molesto? ¿O sucedió algo que deba saber?
—Creo que su hermana, aún se encuentra en negación—explicó la doctora con voz calmada.
—¿A qué se refiere?
—Claramente, ser madre no es algo que ella quiera, sin embargo, las circunstancias así lo disponen. Su hermana no sabe lidiar con ese hecho y por eso actúa de esa forma.
Kagura bajó la mirada al escuchar aquello. Sabía que Rin no quería participar en todo esto de la inseminación, pero aun así, no le quedaba más alternativas que hacerlo.
—Pero no sé aqueje, señora—continuó Alviria regresando su atención a su computador—. Su hermana no va a negarse más, ya no tiene manera de hacerlo.
Cuando Kagura salió de aquel consultorio, se quedó pensando en las últimas palabras dichas por la doctora, por alguna razón, aquella última oración llamó poderosamente su atención, pero no tenía idea del motivo.
[...]
Sesshomaru se encontraba frente a su computador cuando recibió un correo proveniente de la doctora Becker, la mujer le enviaba un informe detallado de la consulta realizada a su cuñada.
"Felicidades, señor Taisho, la joven Rin está embarazada. Me complace informarle que su deseo ha sido cumplido y que en esta oportunidad viene por partida doble. Adjunto fotos del ultrasonido"
Algo se removió en el interior del hombre cuando vio la figura de lo que supuso, se trataba de sus dos futuros hijos. Al parecer, su plan había dado más que resultados favorables y todo de una manera bastante sencilla.
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Obsesión - Sesshrin
Fanfiction"Cruel y despiadado", aquellos eran unos de los calificativos que Rin utilizaba para describir a su cuñado. Desde que llego a la casa de su hermana, luego de cinco años sin verla, descubrió que la vida que Kagura tanto pregonaba no era más que una f...