Las preguntas no dejaban de circular en su mente, era mínima, pero la posibilidad estaba latente. La posibilidad de que este hombre, que la estaba besaba con tanta entrega, sintiese algo por ella.
¿Se trataría de un simple encaprichamiento o tendría espacio la palabra "amor"?
Rin no podía dejar de pensar en las razones ocultas, a medida que los labios masculinos reclamaban más de sí misma. Era pura necesidad lo que percibía, una necesidad que iba arrastrándola poco a poco, pero no, no caería, no le entregaría su corazón, aunque pretendiese reclamarlo de esa forma.
«Úsalo a tu favor», volvió a susurrar aquella vocecita. Una vocecita que en esta oportunidad tenía razón, ya no se trataba solamente de ella, ahora había dos criaturas que debía proteger a toda costa.
Luego de varios minutos, la joven miró aturdida como el hombre finalmente se separa de sus labios, al parecer por fin se había saciado, o eso fue lo que pensó, pero aparentemente se había equivocado. Tan pronto como aquel beso había finalizado, uno nuevo había iniciado. Era extraño. No hacía nada más, no buscaba nada más. Solo se dedicaba a besarla de esa manera tan lenta, pero al mismo tiempo tan impaciente.
«¿De qué se trataba esta vez?», se preguntó. No podía dejar de pensar que su única intención era volverla loca, su cabeza se sentía a punto de explotar y por ilógico que pareciera, una parte de su ser únicamente quería cerrar sus ojos y dejarse llevar, mientras la otra le invitaba a no rendirse y darle pelea.
Odiaba a Sesshomaru Taisho, odiaba que pretendiera tener acceso a sus labios como si fuese su dueño, odiaba su actitud arrogante y esas ínfulas de creerse un todopoderoso. Él no tenía ningún derecho sobre ella, no se merecía tocarla de esa forma.
Renuente ante ese pensamiento, Rin intentó alejarse, sin embargo, encontró únicamente resistencia y luego de varios segundos de lucha, Sesshomaru la desarmo con una indescifrable mirada. Aquella mirada que parecía decirle tanto, pero que, al mismo tiempo, no hablaba.
¿Qué significaba?
Le costaba asimilar lo que estaba sucediendo, en su mente no tenía sentido. Era simplemente ilógico. Él siempre hacía lo que se le viene en gana, ¿cómo podría ella tener algún tipo de influencia? Y peor aún, ¿cómo podría usarla para su conveniencia?
Toda esta situación resultaba ser sumamente agotadora. Ella no era precisamente una experta en el arte de la manipulación, más bien se consideraba con ningún talento en dicha área. Entonces, ¿cómo lograría manipularlo? ¿Cómo podría estar segura de que no era él quien intentaba manipularla?
Una mano nuevamente se posó en su vientre bajo, haciéndola estremecer con el contacto. Los ojos del hombre parecían curiosos, mientras desplazaba delicadamente su mano en dicha zona.
—¿Sigues presentando náuseas? ¿Te has sentido mejor?
Rin negó. Las náuseas no habían cesado, pero sí se había notado una mejoría.
—¿Por qué lo pregunta? ¿Qué importa?—sin embargo, no pudo evitar contestar con altanería.
—Rin, quiero que te sientas bien, no quiero que…
—¿No quiere qué? ¿Desde cuándo importa lo que siento o quiero? Por favor, no me trate como si le interesará mi bienestar, porque sé muy bien que no es cierto—la mujer apartó bruscamente la mano invasora.
Sin embargo, los ojos dorados se mostraron tristes ante sus palabras, haciéndola sentir incómoda. Sesshomaru se merecía ese trato, no debería estar arrepintiendose de dárselo.
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Obsesión - Sesshrin
Fanfiction"Cruel y despiadado", aquellos eran unos de los calificativos que Rin utilizaba para describir a su cuñado. Desde que llego a la casa de su hermana, luego de cinco años sin verla, descubrió que la vida que Kagura tanto pregonaba no era más que una f...