Rin estaba dormida para el momento en que Sesshomaru entró a la habitación. El hombre miró la silueta de la mujer sobre la cama y cerró la puerta con seguro.
No sabía exactamente qué hacía ahí, pero sentía un fuerte impulso que no podía contener. La rabia carcomía su sistema a una velocidad sorprendente, mientras se imaginaba a la insulsa chica en compañía de otro hombre.
¿Acaso creía que podía faltarle al respeto de esa forma?
¡De ninguna manera!
No lo permitiría.
Mientras Rin viviera en su casa y estuviese bajo la vigencia del contrato, él tenía absoluto control sobre ella. Le pertenecía de alguna manera, pero aparentemente, la chica no lo había entendido aún.
El cuerpo de Rin se estremeció ante el sonido de un jarrón romperse. Sus ojos somnolientos se fueron abriendo lentamente, para encontrarse con una alta figura en la penumbra de su habitación.
«¿Sesshomaru?», se preguntó tratando de aclarar su confundida visión.
—¿Quién era?—la voz del hombre confirmó sus sospechas, sin embargo, su pregunta fue algo que no lograba entender.
Un nuevo estrépito se escuchó, esta vez se trataba de un pequeño espejo, el cual Sesshomaru acababa de estrellar contra el suelo.
—¿Qué está haciendo?
Rin se enderezó en la cama, completamente despierta. No lograba comprender la escena que se estaba desarrollando ante sus ojos, pero sin duda la presencia de ese sujeto no se debía a algo bueno.
—¿Quién era?—insistió él con la misma pregunta, a lo que Rin únicamente pudo fruncir el ceño.
—¿De qué está hablando? ¿Qué está haciendo en mi habitación?—contraatacó casi con la misma furia que él denotaba en su voz.
De un momento a otro, Sesshomaru acortó la distancia y sostuvo la barbilla de la joven entre sus grandes dedos. La mirada del hombre estaba cargada de ira y por un momento, Rin temió por lo que pudiera hacerle.
«¿Qué era esto? ¿Acaso se trataba de otra pesadilla?», se preguntó en su mente, sin perder contacto visual con Sesshomaru. No se dejaría amedrentar por él.
Los ojos dorados del hombre estaban ennegrecidos, un destello de frialdad se vislumbraba en sus orbes. Su ceño se frunció con el pasar de los segundos ante la carencia de respuesta, haciendo que sus dedos se apretaran con mayor fuerza alrededor de la barbilla de la chica.
—¿Quién es?—rugió esta vez con mayor furia.
—¿De qué está hablando?
Rin intentó apartar su mano de su rostro, pero desafortunadamente no obtuvo el resultado deseado.
—¿Quién es ese hombre con el que te has estado viendo?
El ceño de la joven se frunció ante tal revelación. «¿De qué estaba hablando?», se preguntó mirándolo con extrañeza, hasta que su cerebro pudo recordar a Kirinmaru. ¿Sería posible que él supiera?
Aquella vacilación en su mirada, hizo que Sesshomaru gruñera, al parecer ya no necesitaba más respuestas, sus facciones acababan de delatarla.
—¿Acaso crees que esto es un juego?—su voz surgió siniestra.
—¡Suélteme!
A Rin no le gustaba nada su actual comportamiento, en su cabeza no existía ninguna razón válida para que se comportara de tal forma.
—Se supone que tenemos un contrato—rugió de nuevo.
—¡Sí, lo sé!
—¡Pues parece que lo has olvidado!
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Obsesión - Sesshrin
Fanfiction"Cruel y despiadado", aquellos eran unos de los calificativos que Rin utilizaba para describir a su cuñado. Desde que llego a la casa de su hermana, luego de cinco años sin verla, descubrió que la vida que Kagura tanto pregonaba no era más que una f...