Nadie es quien dice ser.

Doble misión (24)

(Juan Carlos)

Era momento de confesar la verdad, había muchas cosas que Anny no sabía de mi y que, en este momento, era vital que las supiera. Entendía que estaba confundida, y que, tarde o temprano le tendría que explicar cómo fue que regresé. Siempre ha sido mi mejor amiga, no podía ocultar más la verdad.

- ¿Recuerdas lo que te conté sobre mis padres? - comencé dispuesto a ir lento, pero ser lo más breve posible - ¿Cuando supe que eran espías? - El silencio que le siguió me pareció eterno, por fin, respondió con un leve murmullo - Pues, oficialmente, podría decirse que, estar en tu casa, fue una de mis primeras misiones.

Me hubiera gustado estar libre y que pudiera ver mi rostro, quería ver también el suyo, esto era algo que se necesitaba aclarar cara a cara.

- La AIE supuso que no sería peligroso, sin embargo, requerirían que alguien los vigilara - continúe - así que me asignaron a mí. Aunque, supongo que en realidad tu padre me cuidó más a mi que cualquier cosa que siquiera hubiera podido hacer - añadí con un toque de humor explicando lo obvio. ¿Qué cara estaría poniendo en este momento? ¿Qué pensaba de mí?

- ¿Por eso te hiciste mi amigo? ¿Para cumplir con este trabajo? - preguntó de súbito. Sus palabras me lastimaron como cuchillos.

- ¡Eso jamás Anny! - respondí rápidamente. - Mi trabajo no tiene nada que ver con nuestra amistad. Aún si nunca hubiera sido parte de la AIE, te cuidaría, incluso creo podría hacerlo mejor que ahora. Eres mi mejor amiga, y me importas más de lo que te imaginas. Me importa lo que te pasa a ti y a tu familia, esa fue una de las razones por las que me interesó estar aquí- añadí - Para estar contigo.

No dijo nada, ni un murmullo, ni un suspiro, no me interrumpió, no dijo nada. Ya que había empezado, no podría parar, debía continuar con lo que faltaba.

- Hay algo más que debes saber - rompí el silencio - Fui yo quien convenció a tu padre para que te dejara venir - le miré encima del hombro, hasta donde me permitía

ver, ella estaba haciendo lo mismo. Aunque no estaba de frente, podía ver su rostro y la reacción de sus ojos. Su mirada penetrante me miraba de forma atenta

- Sabía cuánto querías ir con Sol y su familia, sabía cuánto deseabas hacer ese viaje y supuse que sería lo mejor alejarte lo máximo posible de todo esto mientras terminaban la misión. El mismo día que te mandé el papel en clase, recibí una llamada del tío de Sol, quien es un agente de la AIE también - dije como dato adicional, necesitaba hacerlo para que entendiera como es que tenía contacto con este - me decía que quería mostrarle donde estaba, y en lo que estaba trabajando; pero no podría cuidar de las dos a la vez. Así que, como la familia es primero para él, quería avisar para buscarte un lugar.

Estaba confiado en que estarías todo el verano con ella y no habría problema, por ese decidí apuntarme por fin este año en el campamento de verano; ya no podía cambiar mis planes, era muy tarde para siquiera intentarlo. Por lo mismo, entre él y Cristián me convencieron para hablar con tu padre. Y eso fue lo que hice.

En un inicio se rehusó rotundamente, y comprendo sus razones, pero, siendo honestos, ni él ni nadie más estaríamos tranquilos sabiendo que te quedabas en casa, sola ¡No quiero ni pensar que pudo haber sucedido! - sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos pensamientos inquietantes. - Cuando expuse los hechos, me escuchó con calma y, al final, me dijo que lo haría por no tener más alternativa - pause un momento pensando.

Ni él ni yo teníamos otra opción. Hubiera querido quedarme con Anny en cualquier otro lugar, pero no sería posible sin levantar sospechas de alguna parte. Su padre iría en esa misión y mi familia también estaría ocupada ¿Cómo explicar esos extraños acontecimientos de manera lógica? ¿De que forma excusar el que ambos estuviéramos en casa solos tanto tiempo? No había forma de hacerlo, ni tiempo para inventarse otra excusa conveniente, así que la unica opción factible para todos fue hacer que Anny viniera al campamento.