Capítulo 17: Primer día de clase.

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El edificio de la UA se alzaba sobre él. Los alumnos entraban con una mezcla de ilusión y nervios. Sonrisas que afloraban ante la presencia de un sueño cumplido. Izuku atravesó la barrera con el uniforme gris, corbata bien anudada; o eso esperaba, estuvo dos horas viendo tutoriales en Youtube hasta que aprendió a atarlas. Akatani se limitó a mirarlo y reírse.

Y hablando del gólem...

Vestía el mismo uniforme, solo que un poco más grande debido a la diferencia de altura. Y no había atado la corbata, llevaba los primeros botones de la camisa abiertos. "Un estilo propio" dijo a modo de excusa. Izuku solo esperaba que este "estilo" no le diera problemas con los profesores.

—Izuku, ¿entramos o seguiremos admirando el edificio? —El gólem se cruzó de brazos, impaciente—. Llevamos media hora aquí. La gente nos está mirando como si fuésemos idiotas.

Era cierto. Algunos jóvenes cuchicheaban al pasar a su lado. Izuku tomó aire.

—Muy bien. Vamos allá.

Estaba cagado.

Hallar la clase 1A supuso un reto del que no estaba preparado. Los laberínticos pasillos daban vueltas y se retorcían como lombrices gigantes. El plano mal dibujado de All might no ayudó precisamente; menos mal que se convirtió en héroe y no en artista, sus garabatos dejaban mucho que desear. Finalmente dio con su objetivo.

La puerta del aula medía más de tres metros, supuso que para aquellos con gigantismo. Akatani puso la mano en el tirador.

—¿Estás listo?

Izuku asintió. La puerta fue abierta mostrando...

—¡Baja los pies de la mesa!

—¡Cómeme la polla!

El panorama distaba mucho del ambiente profesional esperado. Izuku salió de la incredulidad y analizó el entorno desde el umbral de la puerta. Había pocos alumnos (matizando así el hecho de llegar muy pronto debido a los nervios, y eso que pasó un largo rato admirando la fachada del edificio) entre ellos Bakugou, sentado de malas formas con los pies sobre la mesa, siendo regañado por un chico alto con gafas.

«Clásico de Kacchan».

Al menos, la discusión entretenía a los alumnos, ya que la mitad observaba el encuentro con fascinación y la otra miraba de reojo mientras seguía en sus asuntos. Akatani tomó a Izuku del brazo y lo llevó a su mesa al lado de la ventana, ¡el mejor sitio! Sin embargo, el destino no deseó darle la mañana tranquila, pues el joven con gafas se acercó a él olvidando a Bakugou.

—¡Tú! —Señaló con el dedo a Izuku, a lo que soltó un bufido en respuesta. No quería ser reprendido tan temprano. ¡No eran ni las nueve de la mañana!—. ¡Eres el que dejó sin puntos a los aspirantes del sector B en el examen!

La acusación —totalmente acertada— le impactó con la fuerza de un puñetazo. Esperaba que nadie recordara las acciones de aquel día. Miró a Akatani esperando hallar arrepentimiento en su rostro..., encontrando una cara de aburrimiento que amenazaba con quedarse dormido. Evidentemente, su gólem no pensaba hacerse cargo de las acciones cometidas durante examen.

Sintió miradas recelosas provenientes de un joven rubio y una chica de rostro redondo. La clase de fue llenando de alumnos, que preferían observar el desarrollo de la discusión en lugar de ocupar sus asientos. A Izuku le temblaban las piernas. No se llevaba bien con las multitudes.

—Algunos de nosotros estamos a prueba por tu culpa —el rubio se unió a la discusión. La joven de rostro redondo asintió con la cabeza—. Me cuesta mucho aprobar los exámenes... ¿Y ahora estoy en desventaja respecto al resto? Es injusto.

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