Capítulo 28: USJ parte 1.

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—¡Formad una fila! —Iida dio vueltas de un lado a otro organizando a sus compañeros de clase. O esa era su intención porque gran parte del grupo no le hacía caso—. El autobús llegará dentro de poco. Hay que estar organizados.

—Eres el único que no está en fila —la chica de piel rosada se quejó—. ¿Qué clase de presidente no sabe dar ejemplo?

Izuku dejó de prestar atención a su entorno. Estaba al final de la cola, con el disfraz de héroe limpio y remendado. Transcurrieron dos días desde la operación en Erinjar, dos días invertidos en el descanso a pedido de Akatani, que sonreía a su lado como un niño lleno de ilusión, lo que era razonable porque aquella era su primera excursión organizada por la academia.

No se sacó de la mente aquel Akatani preocupado que estuvo a punto de mandar a la mierda su carrera de héroe durante el interrogatorio de Aizawa, cuya mirada expresó una madurez impropia de alguien con un año de existencia... Para luego recuperar la sonrisa inocente a la que se había acostumbrado. El cambio de actitud del gólem rozaría lo preocupante si el adolescente de cabello verdoso no estuviera acostumbrado a ver cosas raras.

Un autobús remarcó su llegada con un frenazo ante el grupo de aspirantes a héroes y maestro que no conocía la palabra "dormir".

—Formad una fila y subid al autobús en silencio —ordenó Aizawa levantando la voz lo justo para hacerse escuchar por encima de las conversaciones de los alumnos. Su tono suplicaba por dos semanas de sueño ininterrumpido—. Esta vez os dejaré sentaros donde queráis.

«El día comenzó con una buena noticia —pensó Izuku con la mirada puesta en los últimos sitios—. Nada puede salir mal».

Empezaba a cansarse de que los planes salieran como el culo. ¿Cuál fue la última excursión en la que nadie salió herido? La mala suerte no quería separarse de su sombra.

Ocuparon la lata con ruedas de última generación donde los asientos estaban distribuidos como en los aviones militares: dos filas paralelas. Un desperdicio de espacio, opinó Izuku ocupando el penúltimo sitio porque Akatani se comportó como un bastardo al sentarse al final. Incluso le sacó la lengua burlonamente.

«El Akatani juguetón ha aparecido».

Comenzó a identificar las distintivas personalidades del gólem después de la conversación con Aizawa. Estaba el inocente y juguetón (que se veía la mayor parte del tiempo, sobretodo cuando descubría algo nuevo, como si fuese un niño), el maduro (un tipo serio, protector, visto por primera vez en las cuevas) y el burlón, cuya existencia se basaba en molestar a Melissa lo justo para no despertar su presidente norcoreano interno. Los tres cambiaban entre sí dependiendo de la situación y de forma drástica.

Izuku tenía la teoría de que dichos cambios eran el resultado de adquirir sentimientos de la nada... O algo así porque Akatani no poseía un cerebro funcional y sus pensamientos surgían de "a saber dónde". Recordó, semanas atrás, cuando le hizo un par de radiografías con ayuda de Melissa en un intento de descubrir sus secretos internos. La pantalla se limitó a mostrar orgullosamente una masa de materiales de distinta densidad. Ni un triste órgano.

¡Y allí estaba tan feliz!

—Midoriya-kun.

Izuku dio un respingo y miró a Asui, sentada a su derecha.

—¿Sí, Aquí-san?

—Llamame Tsuyu —pidió—. Normalmente me gusta decir lo que pienso.

«Que poco japonesa».

El autobús se puso en marcha suavemente, muy al contrario que cierto bus volador de cierta chica rubia.

—Me gustaría saber los detalles de tu peculiaridad.

Más allá de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora