Capítulo 46: Una derrota difícil.

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—Acepto el trato.

Las palabras de Kirishima fueron claras y concisas, una mirada determinada a ganar cruzó su rostro. No lo pensó bien, él mismo llegaba a reconocerlo, pues expresarse como un héroe delante de tanta gente le interesaba más que las condiciones de Akatani. ¿Ser amigo o fingir una amistad con Midoriya-kun? Podía intentarlo.

La creación del joven de cabello verde se lo quedó mirando, analizando sus gestos en busca del más leve rastro de mentira, y no debió ver nada inusual porque asintió adoptando una posición de pelea. El destello carmín no brilló alrededor de su cuerpo como generalmente pasaba.

¡Akatani y Kirishima Eijiro han dejado de pelear! —exclamó Present Mic ajeno a las negociaciones—. ¿Qué habrá sucedido?

—Kirishima, ¿te sientes en condiciones de luchar? —preguntó con un tono preocupado Midnight. El brazo que sostenía el látigo estaba en alto, listo para detener el combate al menor indicio de malestar—. Podemos detener la prueba si no te sientes bien.

Las palabras cálidas distaban mucho del personaje +18 que sedujo la mitad del público en las anteriores pruebas. Una heroína interesada en el bienestar de las personas brillaba en su rostro.

—Estoy bien —contestó el pelirrojo con una sonrisa—, ese golpe en los oídos me ha dejado un poco...

Un meteorito golpeó su mejilla y lo mandó a volar hasta los extremos del campo de batalla. Dio varias vueltas donde el cielo y la tierra se fusionaron y terminó de cara delante de la línea, justo en el lugar donde casi fue eliminado, con la boca llena de arena y sangre. No podía entenderlo.

Sus instintos ignoraron la confusión obligándole a levantarse con la guardia en alto y el quirk activo. Escupió una mancha roja manteniendo la vista en la creación cuyo puño encarnó un golpe cósmico. Seguía sin comprenderlo. ¿Por qué Akatani tenía tanta fuerza aún sin utilizar su quirk? No lo activó, no vio el destello rojo; y aquel golpe le dejó al borde del desmayo; ¿podría aguantarlo con el endurecimiento activo? Sí, pero no sin salir indemne.

—Eso ha dolido —murmuró escupiendo lo que quedaba de sangre. Avanzó unos pasos.

El gólem no le dio tiempo a recuperarse, otro meteorito se acercaba a su estómago. Kirishima lo bloqueó con los antebrazos, sus nervios hirvieron de dolor y sus pies retrocedieron hasta otra vez encontrarse a escasos centímetros de salir, momento en el que plantó los talones e inclinó el cuerpo hacia atrás cargando un puñetazo.

El pelirrojo golpeó el aire.

Akatani no solo era fuerte sin su quirk, también muy rápido. Tomó una distancia de cinco metros en dos segundos evitando su golpe y posicionándose delante de Midoriya-kun con la finalidad de protegerlo. No había forma de asimilar la diferencia de fuerzas que había entre ambos.

Sin embargo, no era momento de poner quejas, sino de luchar. Se endureció y cargó con los puños en alto, siendo el derecho el primero en en dispararse, errando por poco en atinar en su cabeza, pero el izquierdo logró dar en el costado derecho. Y dolió. Kirishima sintió que golpeaba un árbol. Si bien Akatani fue empujado un poco mostrando no ser un muro inamovible, su cuerpo poseía una resistencia muy superior a su endurecimiento.

En su felicidad de acertar un ataque, no vio la poderosa patada que acertó en su pantorrilla derecha. Kirishima perdió la estabilidad y cayó de rodillas con un dolor intenso recorriendo la pierna de arriba a abajo. No tuvo tiempo de alzar el rostro para ver el poderoso rodillazo que lo mandó a volar hasta quedar tumbado, nuevamente, delante de la linea.

El público estaba eufórico. Animaban a... ¿A quién animaban? Kirishima era incapaz de entender sus voces. Ni siquiera las palabras resonantes de Present Mic tenían sentido. El rodillazo le dio en el pecho cortando su respiración, y esperaba que solo fuese eso. Su quirk no servía de nada contra las heridas internas.

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