Llegué a la oficina temprano como yo acostumbraba, serví mi café descafeinado en mi termo de Taylor Swift como todas las mañanas y procedí a trabajar en mi siguiente proyecto, al transcurrir las horas llegó el momento de ir a comer, toqué la puerta de la oficina de Elara con un suave "pasa" ingresé a la habitación.—Oye vamos a comer, muero de hambre_ dije ya cansada.
—Ehhh si vamos..._me dijo muy nerviosa, ¿qué carajos?
—¿Por qué estás así? _ pregunté un poco preocupada.
—¿Así cómo? _ Elara era una terrible mentirosa algo le preocupaba y no me lo iba a decir.
—Ela te conozco, ¿Qué te preocupa?
—Es que vendrá un nuevo cliente y estoy nerviosa, me dijeron que es estricto.
—Tu tranquila, todo saldrá bien y si tienes algún conflicto me llamas y yo vendré a respaldarte. _ le mostré mi mejor sonrisa.
—Gracias amiga, ve a comer tú, yo necesito ordenar mis ideas antes de que aparezca el nuevo cliente_ la vi más calmada, espero y no se vuelva a poner así.
—Bueno, entonces no me tardo.
Salí a comer a una pequeña cafetería cerca de las oficinas, no quería alejarme tanto, pero seguía pensando en Ela, esa actitud es muy rara de su parte, ¿será que está saliendo con alguien? Esta niña no deja de sorprenderme, al final terminé mi almuerzo y me dirigí a la oficina, en la entrada había guardias, eso era más raro, entre al departamento de publicidad y todos estaban callados y super impactados, ¡que extraño!, Me senté en mi escritorio a seguir trabajando, pero me llamo la atención de que Ela había cerrado las ventanas de su oficina, mmm esto no olía bien, después sin más Verónica, una secretaria, me llamó.
—Lic le manda llamar la licenciada Elara, dice que si entra a su oficina de inmediato. _ no puede ser no me digas que le entró el pánico de hablar presentar sus propuestas.
—Está bien Vero, voy para allá_ y sin más se esfumó, rayos esto está muy raro, bueno mi vida en si ya era rara, no hay sorpresa alguna.
Mis pasos eran cortos, pero con movimientos rápidos, respiré hondo y sin más entre a su oficina, y dije.
—Buenas tardes, soy la Licenciada Paula, perdón llegó un poco tarde_ entre agachando un poco la cabeza por la pena de entrar a una reunión ya empezada.
—Siéntate Paula.
Me senté en la silla a lado de Ela, tenía que demostrar mi confianza para poder transmitirla a mi amiga, y saldríamos victoriosas con un nuevo proyecto.
—Señor Wang ¿qué le pareció la propuesta? _¿Qué dijo? Alce la cabeza y ahí lo vi, estaba formal con un traje color gris oscuro, no apartaba la mirada de mí, mire a Ela y ella me regaló una sonrisa nerviosa, eso era lo que me ocultaba, ¡maldita sea.
—¡QUÉ CARAJOS! _ grite, asustando a los mánagers de Jackson.
—Paula, cuánto tiempo sin verte..._me dijo con esos lindos ojos rasgados que tanto me gustaban.
—No tú no estás aquí, ¡NO! Tú no debes estar aquí en mi compañía. _ dije con desesperación, estaba a punto de echarme a llorar.
—Paula, espera cálmate_ me dijo Ela preocupada por qué hiciera una estupidez.
—Por qué no me lo dijiste!!!_ dije enojada.
—Porque él me dijo que no te dijera..._ dijo apenada. Eso hizo que enfureciera más, con el chino que estaba sentado ahí.