parte 49

67 3 2
                                    

Buenos Aires, sábado 2 de mayo del 2009

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Buenos Aires, sábado 2 de mayo del 2009

Patricio

Mientras Asia contaba su relato, su tía y abuela, miraban con impotencia y tristeza. Fue muy difícil para ella poder relatar todo, de a ratos frenaba porque el llanto no la dejaba seguir. Los temblores y su respiración agitada se había presente, pero yo trataba de calmarla.

Siento un poco de alivio por Asia, al fin pudo contar parte de su historia, aunque le queda bastante por contar, pero esa parte creo que la relataré yo.

—¡Ay sobrina, que horrible todo lo que pasaste! —dice Patricia con lágrimas en sus ojos.

—Me ha decepcionado la actitud tu madre. Cuando vuelva de su viaje tendré una charla con ella —menciona Margaritte apenada.

—No quiero que ella sepa que les conté esto... Se va a enojar y me va a odiar más.

—Es que es ella quien está mal, no vos, Asia —dice Margaritte y se acerca abrazar a Asia que está llorando.

—Falta contar algo, no todo termino allí —menciono dulce mirando a Asia—. Si Asia me permite quiero hablar lo de la enfermedad.

Ambas miraron confundidas hacia mí. Asia me hizo un gesto dandomele lugar a que pueda continuar contando el relato.

—¿Qué enfermedad Pato? —pregunta Patricia confundida.

—Continúo con el relato y les cuento...

«Pasado»

Luego de unos minutos que sus padres entrarán a verla a cuarto, decidimos acercarnos con mí mamá. Me sorprendí mucho al escuchar como su madre estaba diciéndole cosas horribles, yo creí que me la encontraría abrazándola, dándole la contención que necesitaba.

—No quiero tener que verte llorar por algo que vos misma provocaste. No me la compliques más —mencionaba Claudia enojada—. Asco me das.

—Disculpe Claudia, pero no me parece que la trate así a Asia, está muy mal ella —dijo mi mamá con tono pasivo.

—No se meta Alicia, porque su hijo es responsable de esto —reclamó enojado mirándome a mí—. Vos debías estar con Asia, ella es tu novia.

—¡No la cuidaste, no la salvaste! —agregó su papá que parecía que tenía entre bronca y tristeza.

Siempre pensé que él no estaba enojado con Asia, que más bien sentía bronca por lo que le pasó a ella. Nunca lo escuché hablar y decirle cosas feas a Asia, por eso intuyo eso, tal vez el si le creía y le hubiera dado apoyo, pero se dejó llevar por Claudia.

—No les voy a permitir que le culpen a mi hijo. Ni él, ni Asia, buscaron que esto ocurriera.

Asia estaba postrada en la cama llorando, quería acercarme abrazarla, pero sus padres estaban tan enojados querían que me fuera.

Todo lo que fue ➞ Patricio Sardelli - AirbagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora