Hija de wolfstar (los gemelos Wesley y tu)

☪capitulo 66☪

Dos... Uno... Siete

Contaba los regalos de navidad. Al día siguiente sería el gran día y tenía que asegurarse de no haber olvidado ninguno.

-¡Falta uno!- exclamó nerviosa comenzando a buscar en cada esquina de la habitación.

La casa casi estaba vacía, todos habían decidido visitar al señor Weasley excepto claro, sus padres y Regulus.

Comenzó a decir incoherencias mientras levantaba la alfombra. Pronto llegarían los demás y ella tendría que entregar los regalos.

-No, no, no, no. No puedo dejar a Hermione sin su regalo- repetía en su mente.

Escucho como el cuadro del vestíbulo comenzaba a gritar lo que significaba que ya habían llegado.

Desesperada volvió a contar los regalos esperando que por arte de magia estuvieran completos.

Escucho pisadas acercarse a la habitación donde se encontraba. Había sido una muy mala idea intentar dejar los regalos en cada habitación.

-¿Que haces?- Harry entro en la habitación.

Parecía que una manada de elefantes hubiera entrado y dejado un enorme desastre.

-Yo...- Ron, Hermione y Ginny entraron también en la  habitación -¿Cómo les fue?- sonrio comenzando a organizar todo de nuevo.

Se enteró que Harry creía que había estado poseído por Voldemort y había descubierto que el era el arma que el señor oscuro tanto quería.

...

-Buenos días dormilona- la despertaron los gemelos. Ambos ya llevaban el suéter que su madre siempre les tejía para navidad.

-Buenos días- respondió sin hacerles caso y se tapo la cabeza con las cobijas.

Fred y George se miraron entre sí burlones y luego le quitaron las cobijas. El frío logro que Aurora de mala gana se levantará para alistarse. Se cambió sin importarle los gemelos; sabía que sin importar lo que hiciera ellos no se irían.

-¿Estás enojada?- preguntaron ambos al tiempo al ver a la chica con el ceño fruncido.

-No- jadeo intentando quitarse la camisa. Había decidido dormir con una de sus camisas viejas, pero había escogido la que menos le quedaba.

-¿Necesitas ayuda?- nego con la cabeza y rompió la camisa, de todas formas no la necesitaría más.

Pronto bajaron a la cocina , los gemelos seguían a Aurora como sus guarda espaldas, lo que no le gustó para nada a Sirius.

-Feliz navidad- lo saludo Aurora al pasar, pero no recibió respuesta del mayor el cual solo miraba a los dos pelirrojos "si las miradas matarán, estarían 20 metros bajo tierra"

En la cocina la señora Weasley lloraba abrazando uno de los sacos que había tejido.

-¿Que pasa?- le preguntaron sus hijos al verla en tal estado.

Percy le había regresado el abrigo que le regaló su madre, sin siquiera una nota que demostrara su preocupación por su padre.

Los gemelos intentaron "animar" llamando rata a Percy y traicionero logrando que su madre llorara más. Al ver su intento fallido se esfumaron dejando sola a Aurora en la cocina con la señora Weasley. Se alegro cuando escuchó los gritos del cuadro del vestíbulo, lo que la salvó de aquella situación tan incomoda.