Hija de wolfstar (los gemelos Wesley y tu)

∆capitulo 36∆

Sirius se encontraba en su habitacion, habia escuchado a Remus llegar hace rato y un pensamiento de ir a dormir con el no dejaba su mente.

Suspiro y se tapo la cara con las manos, se levanto y se puso a dar vueltas por su habitacion, su respiracion era pesada. Coloco su mano en la manija de la puerta y la abrio. El pasillo estaba oscuro, miro hacia todos lados como si alguien lo pudiera ver y comenzo a andar de puntitas hasta la habitacion de Remus.

Dejo de respirar un segundo y luego abrio la puerta, entro lentamente y vio a Remus dormido abrazando una almohada. ¿Quien diria que Sirius se podia poner celoso de una almohada?, fruncio el ceño y se quedo mirando a Remus, su cabello marron desordenado, las cicatrices de sus brazos y cuello. Y luego miro la almohada, como si esta tuviera vida y lo mirara con sarcasmo al ser ella la que estaba en los brazos de su hombre. Titubeo un momento y luego decidio dar un paso y ver mas detalladamente a Remus, sin darse cuanta que el castaño habia abierto los ojos y lo muraba fijamente en la oscuridad.

-¿Que haces en mi cuarto?- el licantropo se sento en su cama y prendio la lampara en su mesita de noche.

-¿Yo?, nada, nada- respondio Sirius mientras se rascaba el cuello y fruncia los labios.

-¿Nada?-

-Nada, nadita, de nada- Sirius intentaba no mirar a Remus , pero se le hacia muy dificil. El hombre sentado en su cama con una almohada sobre las piernas. <Encerio, quiero ser esa almohada> penso Sirius mientras la miraba de reojo.

El licantropo solo se limito a mirarlo con una ceja levantada, intentaba no sonreir cuando veia a Sirius mirar con el ceño fruncido la almohada que tenia en sus piernas. Lo conocia muy bien como para saber que estaba haciendo mirandolo entre la oscuridad como un loco.

-Esque tuve pesadillas- solto Sirius

-¿tuviste pesadillas?- Sirius asintio con los ojos cerrados -pobrecito...- Remus se quito la almohada de sus piernas y estiro sus brazos hacia Sirius - ven aqui- no tuvo que repetirlo dos veces, Sirius corrio a sus brazo y se acurruco en su pecho.

Remus lo acomodo en la cama y apago la luz, acariciaba el cabello de Sirius mientras le decia cosas lindas para que durmiera como si de un niño tratase.