Hija de wolfstar (los gemelos Wesley y tu)

☪capitulo 55☪

               
  ᴱᴸ ᶜᴼᴹᴵᴱᴺᶻᴼ
                         

                            
—¿Has hablado con Draco?—Harry se puso serio y volteo su vista hacia otro lado.

—Aurora, no creo que se buena idea que Harry se siga juntando con...— uno de los mortifagos que vio Harry en el cementerio era Lucius Malfoy.

—No he podido hablar con el—la corto Harry.

—¿Quien quiere jugar naipes explosivos?— Fred y George entraron en el compartimiento.

El tiempo pasó bastante rápido y en un cerrar de ojos el tren ya había llegado a la estación 9¾.

—Aurora tus padres me dijeron que vinieras conmigo—La joven miro extrañada a la señora Weasley.

—¿Y ellos?—

—Han tenido problemitas— le resto importancia —pero no te preocupes pronto te reunirlas con ellos—

                             . . .

Sirius había decidido dejarle la antigua casa de su familia a Dumbledore como cuartel de la orden del fenix lo que significaba que tendrían que estar en esa casa en un tiempo.

—¿Vamos a vivir aquí?— Aurora paso un dedo por la pared llena de polvo —parece una pocilga— Sirius volteo a ver a su hija con el ceño fruncido —Es la verdad—

—Solo necesita algunas reparaciones— Al intentar abrir una puerta está se rompió.

—¿Algunas?— Abrió unos de los cajones de la cocina —lo mas decente es el cuadro embrujado de la entrada—

—deja de quejarte y ayúdame limpiar los muebles—Sirius le lanzo un trapo —almenos para que se puedan sentar—

—Solo mueve tu varita y limpia las sillas—

—Tu padre me quito mi varita, dijo que era mejor hacerlo a lo muggle—Tosio al abrir la puerta de la alacena.

—¿Cómo pueden vivir así los muggles?— un fuerte ruido se escucho en el segundo piso —voy yo— la joven soltó el trapo y se dispuso a subir las escaleras.

Intentando no hacer ruido paso hacia las siguientes escaleras que daban al segundo piso.

—¿Y vos sos?—señalo a un elfo que intentaba guardar algunas cosas viejas.

—¿Amo Regulus?—el elfo se acerco corriendo y searrodillo a sus pies —¡Amo! ¡Creí que había muerto!—

—no soy Regulus—el elfo se separó y levanto la mirada — ¿Por qué todos me confunden?—

—¿Quien eres?— Aurora se cruzo de brazos al ver cómo el elfo la señalaba con uno de sus dedos torcidos.

—Yo pregunte primero— el elfo bajo el dedo y entre cerro los ojos.

—Kreacher, elfo doméstico de la familia Black—el elfo realizó una exagerada reverencia haciendo que su nariz tocará el suelo.

—Aurora Black—la joven repitió la acción del elfo.

—Ah, hija de Sirius—el elfo la miro extrañado de que ella también hubiera hecho una reverencia —No te pareces mucho a el—

—¿Por qué me miras como si me hubiera comido una mosca?—el elfo volvió a hacer una reverencia.

—disculpadme—

—¿Querías mucho a Regulus?— el elfo asintio con la cabeza —tengo un amigo al que te facinara ver—

Luego de algunos días ambos Black junto con la ayuda de Regulus (que no queria que tocaran sus cosas) habían logrado dejar un poco más decente la casa para la llegada de los Weasley y mas personas de la orden del fenix

—No tardan, mejor acomodarte, yo te aviso cuando lleguen—

Aurora se acerco  a la puerta y la abrió delicadamente para que no se rompiera.

—Y yo que quería privacidad—Regulus se sentó en la cama.

—Qué triste es la vida— agarro una de las esculturas que había en un estante —Que cosa más fea—

—Se nota que no tiene buenos gustos—

—¿Buenos gustos?, parece una jirafa vomitando un hipopotamo—Regulus se acerco y le quitó la escultura.

—es una alebrije, lo hice yo mismo—

—con razon— El mayor le dió un golpe en la cabeza —es verdad, no tienes talento para esas cosas— la menor se sobó la cabeza.

—ni te pegue tan duro, dramatica—

—Grosero, mejor le digo a mi papá que me dé otra habitacion—

—Si, vete a quejarte con tu papi— le hizo un ademán para que se fuera —andale—

—Y bota eso, no es agradable para la vista— Regulus se llevó la escultura al pecho ofendido.

La joven salio de la habitación dispuesta a ir a preguntar si ya habían llegado. Pero mientras bajaba una habitación le llamo la atención.

—¿Larissa Black?—intento abrir la puerta pero Kreacher la detuvo al instante.

—No ama, no puede entrar ahí—la reprendió el elfo.

—¿Quien es Larissa?—el elfo se llevó un dedo a los labios para que no hablara.

—No diga su nombre, ella... Ella era mala, muy mala—el elfo comenzó a mirar a todos lados nervioso —esta prohibido hablar de ella— dicho eso desapareció dejando a la joven asustada.

Bajo las escaleras y entro en la cocina donde se encontraba su padre.