La cabeza de Aurora parecía estar a punto de estallar. Acababa de ver cómo la mujer que dormía a dos habitaciones de ella, mataba a un hombre sin mostrar la menor emoción.
-Tranquila -dijo Fred, quien había estado observando mientras Aurora caminaba nerviosamente por la habitación, una acción que solía realizar cada vez que necesitaba pensar y comprender algo.
-¿Cómo quieres que esté tranquila? -la joven temblaba-. Solo espero que volvamos a Hogwarts pronto. ¿Qué tal si ella les hace algo a...
No alcanzó a terminar de hablar cuando ambos gemelos la rodearon y la abrazaron. Esa era la seguridad que necesitaba; en los brazos de los gemelos, sus problemas parecían desvanecerse. La preocupación y el dolor se desvanecían momentáneamente, reemplazados por la calidez y el consuelo de su abrazo.
No pasó mucho tiempo antes de que las lágrimas comenzaran a salir.
-Lo siento -fue lo único que pudo pronunciar mientras se aferraba a ambos chicos con desesperación.
-Todo está bien -susurraban ellos, tratando de calmarla mientras la rodeaban con ternura y comprensión.
-Yo... yo no quise lastimarlos -lloró-. Quería cuidarlos... E... ella -tragó saliva-, ella me persigue. Solo quería que no les hiciera nada. Lo siento.
Ambos gemelos se miraron confundidos. ¿Ella?
No entendían a quién estaba mencionando. La realidad de que la persona que amaban había estado luchando contra una amenaza que ellos no habían notado los golpeó con fuerza. Se sintieron culpables, como si hubieran fallado en proteger a Aurora de los peligros que la acechaban.
Alguien golpeó en la puerta, y la voz de Remus se escuchó al otro lado.
-Ya está la cena -dijo con tono cansado.
En otras ocasiones, entraba y revisaba que Aurora estuviera bien, pero últimamente su hija le ocultaba cosas, lo cual le dolía profundamente. Aunque lo último que quería era incomodarla, también deseaba cuidarla.
Sabía bien que los gemelos estaban con ella; habían llegado alterados tras salir durante un par de horas, y eso lo preocupaba.
-Ya vamos -contestó Aurora, intentando no sonar triste, pero su voz se quebró, lo que aumentó la preocupación de Remus.
Bajó las escaleras con la respiración agitada y los ojos llorosos. Ver a su hija llorando sin entender el motivo lo llenó de angustia. Desde la llegada de Sirius y el embarazo, sentía que la había descuidado. La culpa le pesaba enormemente, y se cuestionaba si había sido un mal padre.
-¿Moony? -Sirius dejó lo que traía en brazos y se acercó a su esposo, que parecía al borde de quebrarse. -¿Estás bien? -preguntó, acariciando su cara mientras intentaba entender lo que estaba pasando.
Eso fue lo que lo quebró, y Remus se soltó a llorar en los brazos de Sirius. En su mente, se repetía una y otra vez que era un mal padre, que había sido un idiota por descuidar a su cachorro.
-¿Qué pasó? -preguntó Molly, al escuchar el llanto y salir de la cocina con una expresión preocupada.
Sirius negó con la cabeza, incapaz de descifrar por primera vez lo que le sucedía a su esposo, a su Moony, al amor de su vida.
Sirius se limitó a abrazar a Remus hasta que dejó de llorar, luego lo condujo a la mesa y se sentó, esperando a que los demás bajaran para comer.
-¿Qué pasa? -le preguntó Sirius, pasándole un vaso de agua.
Remus negó con la cabeza; prefería contarle lo sucedido en privado más tarde.
Pronto, el comedor se llenó con la llegada de los demás. Los últimos en bajar fueron Aurora y los gemelos. Al ver los ojos hinchados de su hija por el llanto, el corazón de Remus se apachurró y volvió a sentir ganas de llorar.
-¿Por qué llorabas? -susurró Harry a la joven en cuanto se sentó junto a ella.
-Por nada -respondió Aurora, forzando una sonrisa para ocultar sus sentimientos.
Harry asintió, aunque no parecía del todo convencido, y le dio unos golpecitos en la espalda, tratando de animarla.Seguramente se había arreglado con los gemelos o...
-Pasado mañana volverán a Hogwarts -anunció Sirius, causando que Aurora y Remus contuvieron el aliento, algo que solo fue notado por Sirius.
La preocupación de Aurora aumentó. Dejaría a su familia a merced de aquella mujer, que parecía tener contacto con mortífagos y manejaba la maldición asesina con facilidad.
Remus miró a Sirius, quien le daba de comer a la otra pequeña, y trató de centrarse en el momento.
-¿No te gusto la comida? -preguntó Ginny al notar que Aurora solo jugaba con el tenedor.
-No, no es eso. Está muy rica -respondió Aurora con una sonrisa forzada.
Fred se acercó a su oído para susurrarle algo, lo que logró que Aurora sonriera y comenzara a disfrutar de su comida.
-Qué raro que Hanna llegue tarde, ¿no? -comentó Sirius con un tono molesto al ver la interacción entre los jóvenes.
-Sí -respondió Aurora con brusquedad, su preocupación claramente oculta bajo una actitud de indiferencia.
-¿Aún te cae mal? -preguntó Sirius, intentando ocultar su fastidio.
Aurora frunció los hombros y se llevó una cucharada a la boca, sin responder de inmediato.
-¿De quién sacaste ese carácter? -añadió Sirius, mirando a Aurora con una mezcla de curiosidad y frustración.
Todos se rieron, sabiendo bien que Aurora era la viva copia de Sirius. Regulus soltó una carcajada, atragantándose con el arroz.
-Rarito -farfulló Sirius, de manera que solo su esposo pudiera escucharlo.
Liah se burló, aún siendo una bebé parecía entender todo lo que pasaba. Lo que no le hizo ninguna gracia a Sirius.
ESTÁS LEYENDO
Hija de wolfstar (los gemelos Wesley y tu)
FanfictionAurora Black fue fruto del amor del matrimonio de Sirius Black y Remus Lupin, nació el 21 de septiembre de 1980, crece sola con su padre Remus ya que Sirius había sido acusado por la muerte de James y Lily Potter, siendo llevado a azkaban