Aquí podréis encontrar algunas historias cortas sobre algunos de los pilotos de F1.
No soy experta en F1 por lo que pude haber errores y cosas incoherentes, pero espero que les gusten tanto como a mí escribirlos.
Todas las historias han sido fruto...
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(Las conversaciones en cursivas son en inglés)
Bela Sainz
Miami, EEUU 📍 Domingo 5 de mayo de 2024
Corría por el paddock como si mi vida dependiera de ello. Acababa de aterrizar en Miami y sin hacer parada en el hotel vine directamente al circuito. Necesita verlo, necesitaba verlo antes de que se montará en el monoplaza.
Quizás era una tontería, pero si no llegaba a tiempo está sería la primera vez en la que no le daría mi beso de la suerte. Incluso en las carreras donde no había podido vivir en persona había hablado con él por videollamada antes de la carrera. Pero esta vez no había podido hacer esa llamada por haber estado en pleno vuelo.
— ¿Donde está? — pregunté con la respiración acelerada mientras entraba en su box.
— Acaba de salir para el monoplaza — me avisaron.
¡Joder! Había llegado tarde. Y todo por culpa de un idiota que había hecho que el avión se retrasará casi tres horas.
— Pero si corres, puedes llegar —
Tenía razón, no podía perder la esperanza aún. Debía intentarlo hasta el último momento. Sin pensarlo mucho más, salí corriendo del box de McLaren en busca de Lando.
Lando y yo llevábamos saliendo casi cuatro años, aunque nos conocemos desde prácticamente siempre. Y todo por la relación profesional que le unía a mi hermano Carlos.
Mi estancia en Londres fue la culpable de que los sentimientos empezarán a florecer entre ambos, y sin que lo pudiéramos evitar, ambos acabamos enamorados.
Nos habíamos visto crecer tanto física, como profesionalmente. Amaba ver cómo Lando se convertía en ese piloto que siempre se imagino ser y eso me hacía sentir muy orgullosa de él. Él también me acompaño siempre, en casa pequeño paso que daba. Siempre habíamos estado ahí el uno para el otro y hoy no iba a ser una excepción.
— Suerte C — le grité a Carlos cuando pase por su lado.
Pase tan rápido que no le dió tiempo a contestar, solo pude escuchar su risa. Lando y él eran buenos amigos y eso me hacía sentir bien. Mi relación con Lando nunca cambio nada de su amistad, de lo contrario me habría perseguido siempre.
No tardé en ver ese traje color papaya, había llegado a tiempo. Aún no me lo creía. Lando aún me daba la espalda pero parecía nervioso y aunque salía desde la quinta posición parecía un poco decepcionado consigo mismo.
— Lan — dije haciendo que se girará rápidamente.
Sus ojos se abrieron ante la sorpresa, no tardó en reaccionar y antes de que pudiera darme cuenta ya tenía sus brazos a mi alrededor.
