El ruido en habitación logró despertarme. Mi visión ligeramente borrosa me hizo ver a Stephen salor del armario ya vestido.
Él había pasado la noche con Stuart. Y yo, aliviado.
—¿Cómo amanece tu culo?
Cubrí por completo mi cuerpo con la sábana, dándole la espalda. Escuché su carcajada y seguido de eso sentí un beso suyo en mi mejilla.
Lo limpié rápidamente y sentí asco.
—Voy al trabajo. Te dejé dinero en efectivo y mis tarjetas para que puedas comprar lo que quieras.
Sentí su peso en el borde de la cama y, acto seguido, una desagradable caricia suya en mi espalda.
—Si vas a matarte hazlo fuera de acá. Yo sé que te sientes triste, frustrado y decepcionado porque John puso a su esposa por encima de ti siempre, pero quisiera que escogieras otro lugar donde acabar tu miserable vida.
Quise no escucharlo, y también traté de fingir que aquello no me había dolido en lo absoluto. A él le gustaba tocar mi herida muchas veces, sabía que alguna reacción negativa le traería satisfacción.
—¿Te digo algo? —Stephen se acercó a mí y mordió el lóbulo de mi oreja—. Me gustabas más cuando eras inocente... Ahora pareces un condón usado.
Me había hecho recordar las escenas traumáticas con ese sujeto. Sentí muchas náuseas y de nuevo esa rara sensación de frío en las piernas y en las manos. Comencé a sudar.
De pronto puso delante de mi cara su celular, haciendo que mis ojos se posaran sobre la pantalla.
Lo que vi me dio escalofríos. Era ese sujeto forcejéandome e intentado desvestirme mientras yo le suplicaba que se detuviera. La perspectiva era muy clara y nítida, por lo que deduje que había puesto su celular a grabar desde la mesita de noche.
—¿No es lindo, amor? Mi parte favorita es cuando sangras...
Me aparté bruscamente de él, sintiendo mis piernas temblar y mi estómago revuelto. No podía con tanto, y aunque me estaba esforzando para no demostrar nada, aquella herida estaba recién hecha, y era algo que no podía ignorar fácilmente.
—¡Estás mal de la cabeza!
—¿De verdad? —Stephen rió, poniéndose de pie y guardando el celular mientras caminaba hacia mí—. Si quieres verlo, puedo mostrártelo cuando quieras. Me excita mucho verte así...
Intentó besarme los labios, pero rápidamente lo esquivé. Sentí arcadas y antes que pudiera verlo salir, me apresuré a mover mis piernas hacia el baño y vomité en el lavamanos.
Mi vista se nubló en cuanto me vi al espejo. Me sentía desagradable, estaba pasando por un pésimo momento y en verdad necesitaba a John más que a nada.
Pensé en llamarlo, pero me entristecí cuando me di cuenta que él ni siquiera se había preocupado por saber de mí.
Me torturé pensando que realmente no le importaba ni un poco.
Un toque en la puerta me sacó de mis pensamientos. Limpié mis ojos de manera apresurada mientras caminaba hacia allá, y cuando la abrí, vi a Stuart.
—¡Hola!
George asomó su cara y se sonrió.
—¿No vas a entrenar hoy?
Negué con la cabeza.
—No.
—Bueno, vine a cambiar tus vendas —mostró unas gasas y unos productos de vendaje, junto con algunas lociones que me ayudarían a cerrar la herida más rápido.
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Stolen Kisses ➳ McLennon
FanfictionEs que ya no sabía cómo verlo y fingir que no sentía nada. Se prohíbe su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados. Fecha de inicio: 29.01.2024 Fecha de culminación: 03.09.2024