El día estaba bonito, y la compañía de John lo hacía aún más.
Habíamos decidido, aprovenchando que no llovía, salir al patio a probar el óleo y los lienzos nuevos. Era mi primera vez, y sentía que lo estaba haciendo fatal.
—No te rías —advertí—. El óleo se me hace más complicado de lo que parece.
Él rió, luego besó mi mejilla y volvió a su lienzo para continuar.
—Yo tampoco lo domino bien, pero es divertido.
—Creo que debimos utilizar algo más sencillo para dibujar. —Opiné. Estábamos en el patio, con nuestros caballetes y lienzos dibujando el paisaje—. Tal vez un cesto de frutas o qué sé yo.
Volvió a reírse. Miró nuevamente el paisaje, talló sus ojos y agudizó su vista.
—¿Qué? —me reí—. ¿Tienes miopía?
—Sí, pero creo que está empeorando. Y no voy a usar lentes.
—¿Por qué?
—Porque arruinaría este bello rostro. —Rió—. Es que Mimi me obligó a usarlos durante mi adolescencia. Fue lo peor.
—Me gustaría ver una foto tuya usando lentes.
—Me encargaré de no mostrarte semejante barbaridad.
—¡Qué exagerado! —exclamé, riéndome a carcajada—. ¡Seguro te veías bien!
—¡No!
—A mí me gustaría verte con lentes.
—No, gracias. No podrás dormir.
Chasqueé mi lengua y lo golpeé con el pañuelo con que secaba los pinceles. Volvió a reírse.
—Cuando estemos en la granja... ¿No has pensado tú de qué podremos vivir? —soltó de la nada.
—Mmh, bueno, no necesito trabajar.
—Pero yo sí —él dijo—. No pretendo ser un vago. Podemos criar animales y luego...
—¡No vamos a matarlos! —me apresuré a decir, haciéndolo reír a carcajadas—. No podría.
—Cerca de la granja hay un pueblo. Podemos tener gallinas y vender sus huevos, ya sabes... La leche de la vaca... Cosas típicas que se venden en una granja, ya sabes.
Fue cuando comencé a imaginar y una sonrisa se formó en mis labios al tiempo que un semblante de emoción teñía mi rostro.
Estaba seguro que esta vez funcionaría.
—¿Tienes fotos del lugar?
—Sí. Están en mi celular.
—Quiero verlas. ¿¡Por qué no me habías hablado sobre esas fotos!?
—No quiero hablar sobre la granja sin que tú digas algo primero —me dijo—. Es que no quiero presionarte ni que te sientas comprometido a aceptar.
Volví a golpearlo con el pañuelo.
—¿Eres tonto acaso? Yo acepté intentarlo contigo con la condición de que fueras a terapia para poder arreglar nuestros problemas.
—Y honestamente tengo miedo de hacer algo que lo arruine —me confesó, deslizando el pincel por el lienzo hasta teñir una parte de arbustos verdes—. Sé que no soy perfecto, pero intento no cagarla más.
Me acerqué a él y besé mi su mejilla.
—Yo también estoy intentando no arruinarlo.
—Tú no arruinaste nada nunca —me contestó—. Todo fue mi culpa. Por eso estoy tratando de hacer las cosas bien... y si hay algo de mí que está mal, por favor dímelo, ¿sí? En verdad quiero estar contigo y quiero que esto funcione porque deseo casarme contigo y estar en una granja.
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Stolen Kisses ➳ McLennon
FanfictionEs que ya no sabía cómo verlo y fingir que no sentía nada. Se prohíbe su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados. Fecha de inicio: 29.01.2024 Fecha de culminación: 03.09.2024