Se sentía diferente. Era particularmente intenso porque me hizo estallar el corazón, y me causaba una inquietud en el estómago.
Estaba sonriendo. Tenía las mejillas rojas.
Y probablemente era el mejor beso que hubiera dado nunca porque despertó emociones nuevas en mí.
John separó sus labios de los míos, me miró a los ojos y se puso tan rojo como un tomate. Pasó su mano por su cabello.
Mi corazón estaba batallando por salirse del pecho.
—Dios, ¿qué hice? ¿Qué hice? ¿Qué hice? ¿Qué hice? —susurró repetidas veces.
Me miró y se puso aún más rojo.
—Agh, Paul, lo siento... Me ganó el impulso, no sé... De verdad...
—Pero... pero está bien —le dije—. Me gusta. Me gustó. Fue... fue... fue genial, de verdad. No tienes por qué... por qué hacer como si no pasó...
John me miró durante breves segundos. Pasó saliva por su garganta y tomó un poco de aire para relajarse.
—Está bien. Entonces seguiré besándote cuando quiera... y cuando quieras tú, por supuesto. Si no quieres beso, está bien, no importa...
Solté una carcajadita, acercándome más a él hasta sentir su calor corporal. Nos miramos. John besó mi frente.
—Te quiero.
Los latidos de mi corazón volvieron a ser intensos.
—¿Del uno al diez cuánto me quieres?
—Justo ahora... Mmh, creo que un tres. En dos meses posiblemente suba a cuatro.
Le di un codazo en su cintura, haciéndolo reír a carcajadas.
—¿Cómo? ¿Me quieres un tres?
—Sí.
Volví a golpearle la cintura con el codo. Se rió otra vez.
—¡Eso es demasiado poco!
—Lo sé, pero es sincero.
—¡Deberías quererme más!
—¿Y tú cuánto me quieres?
—¡Diez! —contesté sin pensarlo—. ¡Te quiero diez!
John entornó sus ojos, mirándome incrédulo.
—No creo.
—¿¡Cómo que no crees!? —le di un empujón con mi hombro—. ¡Claro que sí!
—Es que llevamos conociéndonos muy poco como para que digas que me quieres un diez.
—¿Y cuánto es el tiempo estipulado para querer mucho a alguien? ¿Un año? ¿Dos?
Lamió sus labios, para luego reírse a carcajadas.
—Sí, entiendo tu punto... Y tienes razón.
—¿Y entonces por qué yo te quiero más y tú me quieres menos?
—Porque no todos abrimos nuestro corazón a la misma velocidad. —Me contestó, sacudiendo la nieve que había caído en mi cabeza.
—¡Qué horror! —solté un bufido.
—Pero te prometo que cuando te dé mi corazón y te ame un diez, voy amarte para toda la vida. Es una promesa. Será para siempre. Y prometo, en serio, no volver a querer a nadie como voy a quererte a ti.
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Stolen Kisses ➳ McLennon
FanfictionEs que ya no sabía cómo verlo y fingir que no sentía nada. Se prohíbe su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados. Fecha de inicio: 29.01.2024 Fecha de culminación: 03.09.2024