Stolen Kisses ➳ McLennon

Capítulo XLVI

   "Feliz cumpleaños, cariño. Te amo."

   "Feliz cumpleaños, hijo. Aún recuerdo la primera vez que te tuve en mis brazos. Ya eres un adulto, pero para mí sigues siendo el bebé de papá."

   "Felicidades, hermano. Te deseo lo mejor. Ya supera a John."

   "¡Paulie, feliz cumpleaños! Qué alegría ser tu amiga. Avísame si vas a celebrar algo para ir con Shotton."

   "Feliz cumpleaños. Te conseguí una entrevista de trabajo. Si vas a celebrar avísame para llevar mi estómago. Por cierto, sabías que si compras una bebida mediana el día de tu cumpleaños te regalamos un mini pastel? Ve por tu pastel de cumpleaños, yo mismo te lo daré."

   Aunque agradecí tenerlos conmigo y respondí cada uno de los mensajes, seguía esperando un mensaje de John.

   —Es absurdo, Paul —me dije—. Ni siquiera te recuerda... ¿y pretendes que recuerde tu fecha de cumpleaños?

   No había recibido una sola llamada suya desde hacía aquel día. Y aunque por su puesto estaba extrañándolo más que nunca, sabía que tal vez era lo mejor que podía pasar.

   Me levanté como pude de la cama, tallé mis ojos y fui directo al baño para comenzar el día con una ducha de agua tibia, preguntándome si John a a esas horas del día ya le había dado el beso de buenos días a William.

   Tal vez si hubiera sido más paciente.

   Y comprensible.

   William había estado ahí para él, mientras que yo no. No le era fácil desecharlo. Era lógico. Quizá necesitaba tiempo.

   Tomé aire y lo expulsé, sintiendo el agua deslizarse por mi rostro y cuerpo lavando la espuma del champú y jabón.

   —¿Y si lo llamo para disculparme por todo lo que dije?

   No. No.

   No era una buena idea.

   Aunque... quizá estaba siendo demasiado orgulloso e infantil.

   Di por terminada mi ducha y, envolviéndome en el albornoz, salí directo a mi recámara para buscar mi teléfono celular.

   Marqué su número y esperé en la línea sintiendo mi corazón agitado. Respiré para tranquilizarme.

   "Lo sentimos. Este número se encuentra fuera de servicio. Intente más tarde."

   Colgué y volví a intentarlo. Comencé a preocuparme.

   No hubo respuesta diferente. Colgué y llamé a Mimi.

   —¿Hola?

   —¡Mimi, hola! —exclamé aliviado—. ¿Sabe dónde está John? Es que no puedo comunicarme con él...

   —¡Paul! —carcajeó—. John me llamó muy temprano. Dijo que iba a verse con Will.

   —Ah.

   —¿No puedes comunicarte con él? Qué raro...

   —Bueno, no importa.

   —Cuando llame le digo que se comunique contigo.

   —¡No, no! —me apresuré a decirle—. No es importante... Por favor, no le diga que yo llamé, ¿de acuerdo?

   —Mmh, bueno... ¿Está todo bien?

   —¡Sí, adiós!

   Colgué la llamada y aventé el celular a la cama, sintiéndome enojado. Definitivamente no era bueno doblegar mis sentimientos hacia John, porque a él parecía no importarle en lo absoluto.