2. Estudiar

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Narra Hana

— Te doy la mitad si me ayudai.

— Ya, dejame ver que mina...

Y me agarró de la cintura para acercarme a el, y me dio un beso.

Me sigue dando el beso.

¡¿CÓMO CHUCHA AGARRÉ TANTO VUELO?!

Yo pensé que quería que le hiciera gancho con alguna mina random, no que la random fuera yo.

Siento como un flash me molesta en los ojos, sus amigos nos acaban de sacar una foto. Se separa de mi, y yo quedo modo tiesa y más roja que la chucha. Lamento cuando su mano abandona mi cintura.

— Gracias —habla serio— después te paso la plata — Ahora enano culiao mueve la raja que ese pelotazo te lo doy.

Todos los de Karasuno miran cagados de la risa al Nishinoya mientras siguen al rubio hacia afuera.

Mi cabeza repasa lo de recién, acabo de mandarme la caga que todos advierten al entrar a la U.

1. No besarse con a alguien de la U.
2. No besarse a algún seleccionado de cualquier deporte.

Hana por la conchetumare, ni un semestre sin mandarte una caga.

— LE DISTE UN BESO AL TSUKKI —me grita la Yachi. Está sorprendida.

— No me esperaba eso weona —le respondo a mi amiga, que me toma el brazo para ir a ver lo que pasa con el Nishinoya y el rubio.

De verdad no me esperaba eso, pensé que lo que me dijo fue para que le buscara una mina que le diera el beso, no que me lo estaba pidiendo a directamente.

No me lo comí, solo fue un beso largo, pero igual, qué chucha. Sí el weon es mino, pero fue raro.

— Cagaste pitufo —escucho la voz del Tsukishima, tiene un balón en la mano— ni de te ocurra recibir.

— Pa qué ofrezco weas —suspira el Nishinoya.

— ¿Qué harán Yachi? —le pregunto a la rubia a mi lado.

— Los chiquillos le ofrecieron plata para que le diera un beso a alguien, porque dicen que se hace el santo y no aceptaba hasta que le dijeron que podía pegarle un pelotazo al Noya —dice entre risas— ¿te dijo algo antes de darte el beso?

— Que le darían plata y me daría la mitad —me encojo de hombros— me va a dar una plancha verlo en la u, mejor congelo.

— Ay calma alharaca, si es un beso de carrete nomas.

Bueno, mi amiga tiene razón.

El Tsukishima retrocede unos pasos mientras acomoda la pelota en sus manos. Todos los que estaban adentro salieron a ver esto.

— Esta wea es venganza —dice el de lentes antes de hacer un saque con salto y prácticamente incrustarle la pelota en la cara al más bajo.

Fue fuerte, Nishinoya casi se cae. Se toca la cara y se ría al notar que le corre un pequeño hilo de sangre por la nariz.

Todos vitorean al Tsukishima, los amigos están cagaos de la risa, grabaron el pelotazo.

[...]

Narra Tsukishima

Que satisfacción, nah más que decir. Que lindo ver como le duele la cara.

Beso de carrete | Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora