Beso de carrete | Tsukishima Kei

21. Helado y gomitas

Narra Hana

Parezco aweoná arreglándome pa ir a ver al Tsukishima, pero bueno, una es dura pal concurso.

Trato de no meter bulla porque si el Bokuto me escucha, de una pura pata en la raja me deja acosta en mi cama soñando con chanchitos voladores.

Salgo lo más piola posible, mi primo ronca como si fuera tractor así que estoy salvada.

Llegó mi uber. Mi mamá se enterara de la wea que estoy haciendo me saca lo que se llama chucha weon. Claro po el lindo me da la cortá de la nada y la weona parte a las chupalo entonces de la noche a verlo.

Me detesto

Llego en veinte minutos, me da la pera tocar el timbre pero ya estoy aquí, ni modo que me devuelva po.

amigaaaa date cuentaaa

Mal momento para pensar en esa canción.

Abre la puerta y quedo pa la caga cuando lo veo, el rusio con aura de "no me wei" fue masacrado, se ve como si lo hubieran apaleado. Tiene los ojos hinchadisimos, está despeinado y sigue con el buzo negro del equipo.

— Permiso —digo antes de entrar.

— Hana yo no-

— No vine a hablar de eso —lo interrumpo— vine a acompañarte solo porque sé que estai mal y estai solo.

— Gracias.

Me abraza fuerte, como si eso hubiera estado necesitando todo el día. Le devuelvo el abrazo y siento como se relaja.

— ¿Comiste algo? te suena la wata.

— Nada aparte de los panes que me diste.

— Ya oh, ando simpática, te voy a cocinar algo.

— No es necesario, puedo hacer una marraqueta con algo.

— Come alguna wea decente o te vai a desmayar —me separo y lo miro seria— voy a cachar que teni pa hacer.

No me detiene porque sabe que si lo hace lo voy a retar. Reviso lo que tiene en el refri y la mejor opción es hacer fideos con pollo y crema.

Igual se supone que su mamá se fue hace poco, linda la mamita no le dejó ni una wea hecha.

Me pongo a cocinar rápido, nah de cosas master chef aquí. El Kei prende la tele pero poco pesco. Siento de nuevo como le suena la wata.

En veinte minutos ya le tengo servido el plato.

— Que cocinai rico weon —habla con la boca llena— cocíname el resto de mis días por favor.

Pa qué si me vai a dar la cortá igual.

Puta ya me volvió lo rencorosa.

Trato de cambiar ese mood mientras como un poco de los fideos, de verdad me quedaron wenos. El Kei come tan feliz que me sorprende, jamás lo había visto comer tan rápido.

Al menos ahora ya no está pálido, porque estaba peor que papel mantequilla cuando llegué.

El sonido de mi celular me distrae cuando los mensajes en el grupo de mis hermanos empiezan a llegar.

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Simios Akazawa

Ran: COMO QUE YA NO ERI
NA CON EL RUSIO

Yuki: Hana que rechucha le
hiciste a ese pobre y maravilloso
hombre????

los weones en vez de preocuparse
como estoy yo, se preocupan por el,
son como el pico