34. Toallas

462 61 64
                                    

Narra Hana

Al Kei le tocó recibir a sus amigos mientras yo termino de arreglarme. Según el, yo debería recibirlos por ser dueña de casa pero el es el cumpleañero.

Escucho varias voces abajo, termino los últimos detalles y bajo al patio.

— ¡Que linda te ves! —dice la Yachi cuando me ve— me encanta ese vestido.

— Gracias linda —la abrazo— hola chiquillos, supongo que todos trajeron traje de baño.

— Yo lo tengo puesto —el Tanaka muestra el elástico del short— tres tequilas y al piscina.

— No witrees porfa —dice el Kei mientras se acerca y pasa su brazo por mi cintura— toi ni ahí con limpiar tus vómitos.

— Teni perso —le digo para recordarle lo del sur y me mira como pa que no lo cuente.

— No les digai porfa —susurra— no me van a dejar de webiar.

— Ya weno —le doy un piquito— ¿No han llegado los de Nekoma?

Justo suena el timbre de la casa, miro a mi pololo para que vaya a abrir y rueda los ojos. Me da risa verlo así, son sus amigos, que el los reciba.

Veo entrar al Kuroo, al Kenma, al Lev y al Yaku, parece que los invoqué.

Me acerco a saludar mientras los invito a pasar al patio. Acomodo los regalos en un sillon y vuelvo con todos.

— ¿Y el Daichi? —pregunta el Kuroo— me falta el capi po weon, así no vale.

— A mi me dijo que llegaría en media hora —responde el Asahi— tuvo un atao.

— Ya, yo los veo muy sobrios —digo abriendo la botella de tequila— pero primero el cumpleañero.

— Pero Hanaaaa —suspira y ríe— ya, solo esta vez.

— Hazte hombre culiao —el Noya le da un palmetazo en la espalda y lo empuja al centro de todos.

Le paso la botella a mi pololo y toma un sorbo largo. Ni le hace cara de asco el weon. Levanta la botella como haciendo un "salud" y me agarra de la cintura para acercarme a el y darme un beso.

— ¡Tai pasado a tequila! —digo tosiendo— la wea amarga.

— Soporta —dice burlándose— ya pelao, toma —le entrega la botella al Tanaka.

Se empiezan a pasar la botella entre todos, y ahí se va mi esperanza de que la casa quede decente, estos weones se harán pico.

Apago las luces pa hacer más ambiente y le subo el volumen a la música. El Hinata se pone a bailar como wachiturro en medio de todos.

El Kei se pone detrás de mi y me abraza mientras yo le bailo le bailo un poco y tomo de mi vaso. El show que se pegan los chiquillos nos hace afirmarnos la wata de la risa.

— Uh yo voy —digo cuando suena el timbre— quédate aquí nomas.

Salgo a abrir la puerta, es el Daichi, pero pa mi mala cuea llegó con su hermanastra.

— Holaaaa —sonríe nervioso— perdón, se me pegó a la mala.

— Ya pico —ruedo los ojos y me hago un lado para que pasen.

— Hola Hana —saluda la weona de la Akari— bonita tu casa.

— Gracias —sonrío sarcástica— el carrete es en el patio.

Beso de carrete | Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora