16. Sentimientos

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Narra Tsukishima

¿Cómo me di cuenta que se agarró a ese weon hace poco? fácil, recordé toda la historia de su ex y los tiempos en lo que pasó, antes de entrar a la U ella seguía mal por ese tipo, nicagando se comía al amigo.

Y bueno, estuvo dos semanas en puerto montt, pa mi fue obvio que se lo comió ahí.

Soy demasiado ingeniero pa esta wea.

Salgo al patio de la casa del Suga. Me siento en una banca y me echo pa atrás.

Que paja esta weá, definitivamente me quiere pa puro webear y yo el weon tonto pensando en decirle el lunes lo que siento por ella.

Iluso culiao que soy weon.

— Tsukki ta terrible helao aquí afuera, entra —dice el Yamaguchi.

— Voy después.

— Puta el weon —cierra la puerta y se viene a sentar conmigo— ¿Qué pasó ahora?

— La Hana se comió a ese weon ahora en vacaciones antes tu de volver —contesto frustrado y se sorprende— ya era la wea Yamaguchi.

— Nopo Tsukki, no te pongas así, tienes que decirle igual.

— ¿Pa qué? sí ta claro que me quiere pa puro wear —me encojo de hombros—.

— No podi asegurar eso si no le preguntai.

— Si quisiera algo serio o alguna wea no se agarra a alguien más, o al menos yo no haría.

— No todos son iguales po Tsukki, al fin y cabo están solteros —suspira pesado.

— Agh que rabia esta wea —me paso las manos por la cara— le iba a decir el lunes después de clases, teníamos planeado salir.

— Pucha —hace una mueca— despeja la cabeza y piensa bien las cosas, no podi asegurar nada si no se lo preguntas directamente —se pone de pie— y no te quedo tanto rato aquí que te vai a resfriar.

Vuelve a entrar. Yo me quedo un rato más pensado en qué chucha hacer, quizás preguntarle sería lo mejor, pero me da cosa.

Me empiezo a cagar de frío y decido entrar, todos están riendo por algo que muestra el Daichi. Me siento al lado del Yamaguchi e ignoro que la Hana me esté mirando desde el otro sillón.

— Ya están listas las pizzas, que alguien me ayude a servir —dice el Suga.

— Yo te ayudo —responde la Hana siguiéndolo.

Me quedo sentado viendo mi celular mientras escucho la conversación de fondo. De repente aparece un plato con un trozo de pizza frente mio.

— Le saqué las aceitunas —dice antes de pasármelo y darse vuelta a entregar otro plato.

Se acordó que no me gustan.

— Gracias.

Pasa el rato y entre webeo y webeo se va pasando la hora, al Asahi le da sueño y se a va acostar. El Nishinoya se está quedando dormido en el sillón y el Kageyama puro que bosteza.

— Yo creo que me voy —dice la Hana— voy a llamar al Bokuto.

— Pensé que te quedabas —dice el Suga mientras hace un puchero.

— Quiero dormir en mi camita.

— ¿Te voy a dejar?

Beso de carrete | Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora