19. Inarizaki

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Narra Hana

Como helado mientras el Kei se saca los zapatos para acostarse al lado mio.

Me siento como el pico física y emocionalmente, con la regla me pongo sentimental a cagar y la imagen del Atsumu agarrándome la cara no se me va de la mente.

Juré que me iba a dar un beso, por un segundo lo esperé, pero me avispé y le quité la mano. No puedo, o no debería pensar esas weas si estoy con el rusio, me siento culpable y no sé como chucha decirle.

No quería que el rusio viniera por lo mismo, no me lo cagué, pero igual me siento mal.

— ¿Está rico? —pregunta por el helado.

— Chocolate suizo lo mejor que existe —le sonrió— ¿qué tal el partido?

— Piola, aunque tuvimos muchos errores —hace una mueca— al menos ganamos.

— Me alegro por ustedes —termino de comer— ¿vemos una película?

— Ya pero la eliges tu.

Pongo una película romántica que sale en el top 10 de netflix, no sé de que trata pero se ve wena.

Me acomodo entre los brazos del Kei, me va haciendo cariño suavecito. A la mitad de la pelicula me pongo a llorar por una escena donde el weon se cura y se caga a la protagonista.

Mándenme terapia o háganme una lobotomía porfa.

— Hana —el rusio me seca las lagrimas con las manos— no sabía que te ponías tan sensible.

— Odio tener útero —sigo llorando— me lo quiero sacar.

— Yaa pitufa —trata de aguantarse la risa.

— ¡No te rías! —lo miro feo— no es chistoso.

— No me estoy riendo —me da un beso— ¿te duele? ¿alguna pastilla que podai tomar?

— Ya me tomé una y no me funcionó mucho.

— Puta que paja ¿hay algo que pueda hacer? me da pena verte así.

— Quiero dormir —paro de llorar y apago la tele— abrázame nomas.

Me acomodo en posición fetal y cierro los pa dormir, el Kei me hace cariño en pelito y me da más pena. El Atsumu hacía lo mismo cuando me sentía así.

En vola si me pego en la cabeza se me olvida la existencia de ese weon.

[...]

Segundo día de las nacionales, me siento un poco mejor físicamente pero la cabeza todavía la tengo pa la caga.

— ¡Vamos Karasuno! —grita la Saeko— ¡uno más!

Ultimo punto y los cabros ganan.

Aplausos y bajo a la cancha junto a la Yachi, felicitamos a los chiquillos. Me acerco al Kei para abrazarlo.

— ¿Te sientes mejor? —pregunta después de darme un beso.

— Sí —le sonrió— nos vemos después que te cambies de ropa.

— Ya —me da otro beso.

Ayudo a las chiquillas a recoger botellas y toallas. Salimos y al ver la tabla me cago entera, el próximo partido de Karasuno es contra Inarizaki.

— Ja —escucho al Atsumu acercarse— para nuestra suerte nos toca con Karasuno.

No me está hablando directamente a mi, solo habla en voz alta. Menos mal porque no quiero ni mirarlo.

Beso de carrete | Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora