Narra Hana
No sé si fue el tequila en la sangre o qué, pero cuando me dijo que me quería no pude aguantarme en decirle lo que he pensado todo este tiempo.
Una es weona siempre se niega los sentimientos porque se supone que duelen menos, pero es peor, me enamoré de este weon pesao, sarcástico y de pocas palabras.
Ese beso frente a todos era lo que necesitaba, se me paró el corazón al escuchar que siente lo mismo.
Gracias a que la luz estaba apagada, nos vio re poca gente. Cuando terminó el beso lo agarré del brazo y lo llevé de nuevo a la pieza del Tanaka.
— Perdón por no decir nada... quedé congelado —dice nervioso— Hana, perdón por todo, lo siento tanto, soy un real saco de wea e inseguro a cagar.
— Está bien rusio, ya-
— Déjame terminar —me interrumpe y me agarra las manos— te quiero a ti, inconscientemente te esperé todo el tiempo, porque no he conocido a alguien que me mueva el piso como tu... y también siempre te andai cruzando por mi mente —me da un beso— intenté ignorarlo siendo demasiado frío contigo, perdón por hacerte sentir mal, quiero estar contigo, con nadie más, lo siento por ser un aweonao.
— Ay Tsukishima —siento como me pongo roja— ambos nos equivocamos en algunas cosas, yo la cagué más que tu eso sí, perdón por eso... estaba media pica.
— ¿Media? —webea riendo— está bien, ya pico con eso
— Pesao —le pego suave en el hombro.
— Perdón por dejarme llevar por weas que dijo el otro weon, no debí hacerlo y de verdad lo siento por lo que dije al final de las nacionales.
— Eso me dolió, pero igual tenías algo de razón —le sonrío— te quiero rusio, te quiero mucho.
— Y yo a ti —me abraza— dejemos de weas estúpidas y estemos juntos nomas, ya no soporto pensar que hay una posibilidad que esti con otro culiao.
— Del uno al diez... ¿qué tan celoso eres en verdad? —digo riendo— porque sé que nunca me haz mostrado lo realmente celoso que podi ser.
— Veinte —ríe y levanto una ceja— soy muy celoso —se encoge de hombros— pero no de esos tóxicos po, no te haré show o algo así, prefiero desquitarme de otra forma.
— ¿De qué forma? —pregunto riendo, sé a que se refiere.
— En algún momento lo sabrás —me da otro beso— entonces... ¿estamos bien?
— Estamos bien.
[...]
— Hana, despierta —el rusio me mueve— Haaaanaaaa.
— Estoy calentita, dejaaameee —hago un puchero y me tapo con su cubrecama.
Después de esa conversación, nos quedamos abrazados un buen rato hasta que escuchamos show afuera, resulta que los vecinos llamaron a los pacos como a las cuatro de la mañana pa que fueran a parar el carrete. Me preguntó si quería quedarme con el y na de weona dije que sí po.
No le pasé la puchaina, hay que esperar un poco esta vez.
Al parecer, la Kiyo y la Yachi fueron las únicas del grupo que vieron nuestro beso, porque los cabros no han webiado al Kei ni nada. Le pedí a las chiquillas que no comentaran nada a nadie por ahora.
— Hana, son las una de la tarde —me destapa— dormiste suficiente.
— Dormi re poco en la semana —lo miro feo— además que tu cama es tan cómodaaaa.
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Beso de carrete | Tsukishima Kei
FanfictionLa Hana, una foránea que viene desde el sur de chile, llega a santiago a estudiar a la universidad Karasuno. Entre tanto webeo universitario, termina enredandose con un rubio y alto seleccionado de volley, el Tsukishima. Un weon más pesado que la...