13. Amigos

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Narra Tsukishima

¿Qué somos? pregunta culia.

¿La Hana querrá algo más?

Kageyama culiao, ¿pa qué pregunta weas?

Llevo todo el rato pensando en eso. Lo que sí es cierto es que somos amigos, ¿pero algo más?.

¿Estamos andando?

Agh, por la chucha.

— ¿Que te pasa? —me pregunta la Hana.

— Nada nada.

— Rusio, nisiquiera estás pescando lo que te digo —me mira seria— algo te pasa.

— Weas de la u noma —miento— ¿te falta algo?

— Nop, revísalo porfa.

Reviso rápido el ejercicio que le dije que hiciera, estamos estudiando para nuestra ultima prueba del semestre.

— Sí, está bien.

— ¡Mentiroso! puse mal las unidades y ni siquiera te diste cuenta —frunce el seño— dime altiro que te pasa.

— Puta que eri mandona —ruedo los ojos— después del partido, el Kageyama... me preguntó que éramos tu y yo.

— Ah... ¿y qué le dijiste?

— Que somos amigos —me encojo de hombros.

— Está bien entonces po —me quita la hoja— ¿pa que te complicai?

Esa respuesta lo único que me hace creer es que está ni ahí conmigo. Ni siquiera hizo una mueca cuando le dije lo que respondí y me molesta la wea.

Por la reconchetumadre me estoy enganchando.

O quizás ya lo estoy hace rato, porque bien aweona que fue mi reacción cuando se comió al Kuroo, si de verdad me importara un pico, no le hubiera dicho en ese momento.

¿Me gusta en serio?

Yo soy el weon más inútil en esta vida pa darse cuenta de sus sentimientos. No soy de piedra pero me cuesta la wea.

— Ya, me tengo que ir —dice guardando sus cosas.

— ¿Te dejo en el metro?

— Nop, me voy en uber —saca su teléfono— hay que darse lujos de vez en cuando.

La acompaño a la puerta de la casa, llega su uber y se va. Sigo pensando en su nula reacción, quizás pa ella soy un webeo más nomas, otro en la lista, otro chiste pa contarle a sus amigas.

[...]

— Dice mi mamá si te quieres ir a la playa con nosotros en las vacaciones de invierno —me habla en Yamaguchi mientras almorzamos.

— Bueno, mejor así no me quedo solo, mi mamá otra vez se va de viaje.

— TSUKKIIIII —llega el Nishinoya a sentarse al lado— ¿tu me quieres cierto?

— No.

— Yapooo —insiste.

— ¿Que wea hiciste Nishinoya? —tiene una cara de maldadoso, alguna cagá se mandó.

— Nada malo... pero en caso de que te enojes, no fue solo idea mía —me muestra su teléfono— con el Tanaka les hicimos un tiktok a la Hana y a ti y... se hizo viral.

Veo el video, es justo cuando la Hana entra corriendo un me da ese beso enfrente de todos. Tiene como 70mil me gusta.

— Te voy a matar enano reculiao —me paro y lo agarro del brazo.

Beso de carrete | Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora