-Deja de mirarme con esa cara -le recrimina el muchacho sentado frente a ella
Arista sigue con las manos cruzadas en su regazo -¿se puede saber para que salimos en un caballo para luego pasar a una carroza?
-Se le llama despiste- informo mientras hace a un lado la cortina del carruaje para ver solo por breves instantes el exterior
-¿Asumes que alguien nos sigue?- enarca una ceja
-Siempre nos siguen, mi reina. Grábatelo.
Ella pone los ojos en blanco. -Me parece una tontería. Podíamos haber ido en la carroza del castillo
-No. Debimos tomar esta en el pueblo. Como comprenderá, una real sería muy llamativa. -la observa con más curiosidad esta vez -¿acaso esta humilde carroza de madera le parece poca cosa?
-Sabes que no se trata de eso
-No lo se. Tu eras una princesa. -la miro -Y una futura reina- añadió
-Si es que no me cortan la cabeza antes de que llegue ese día...
"O escape" pensó
-¿Siempre suele ser bastante directa?
-Y tu demasiado formal -lo acusa.
Elian cierra los ojos y suspira -soy culpable de eso
-Si hay un solo camino y una sola dirección a claro de luna, claramente nos verán llegar -sus ojos castaños lo miran poco impresionados– tu plan no sirve.
-Mi plan, -dice cuando vuelve a mirarla-es irnos por otra ruta. Además, si realmente están bajo ataque no entraremos por el frente. Hay muchos sitios escurridizos por los cuales cruzar.
-¿Cómo sabes siquiera que el rey sigue allá?
-Lo estará
Nunca entendía la seguridad de este joven. Siempre hablaba como si lo supiera todo. En especial en cosas que trataban sobre el rey.
La muchacha lo estudio. Elian tenía los ojos verdes, y sus cabellos eran de un pelirrojo divertido. Si antes de todo esto lo hubiera visto alguna vez pasar por el pueblo vestido así jamás pensaría que fuera un brujo tan poderoso. Un hombre de la realeza sí. Pero no un brujo.
Aunque para ser justos, no lo hubiera creído de nadie. Apenas y antes creía la historia de que a su mama de joven la quiso hechizar una bruja. Aunque era la única explicación a su inusual habilidad ahora en el presente.
Arista desvió la vista de Elian y solo espero. Dijeron que el trayecto seria largo, pero que calculaban que llegarían al anochecer.
No lo entendía, si claro de luna había sido atacada, a estas alturas todos deberían ya haber huido. ¿Por qué seguirían adentro?
Cerro los ojos y se recostó en la madera del viejo carruaje. No supo exactamente el momento en que se quedó dormida. Lo único que sintió fue el leve toque en su hombro y su voz llamándola -Arista despierta...
Ella abrió poco a poco los ojos y noto que Elian le tendía una ropa -póntela- le dijo.
Arista la tomo y rápidamente se dio cuenta de que era una capa. El ya tenía una igual usándola también-¿para qué es esto? -pregunto examinando la tela grisácea.
-Protege nuestra identidad.
-No me digas. -soltó con sarcasmo
-Debemos cubrimos el rostro. – se alzó la capucha ignorando su tono -Póntela rápido y baja -fue lo último que dijo cuando descendió del carruaje
La muchacha obedeció. Y cuando bajo sintió el frio de la noche atravesándola como un cuchillo.
Tembló levemente -¿Por qué hace tanto frio aquí?
-Claro de luna no es un lugar en el mundo. Es algo más allá fuera de tu comprensión.
-¿Cómo lidias con el frio?
-Lo toleras
-Que tontería -se quejó -debimos haber traído un abrigo...
-Cada día te quejas más. ¿eras una princesa muy consentida?
Pero que insulto. Si la trataban peor que a un perro. Pero aun así, Amcher era un lugar cálido. Sin importar que fuera de noche o de día, ya sea que durmiera afuera, nunca hacia tanto frio. Ni se le acercaba.
Cuando ambos avanzaron Elian los hizo pasar por unas piedras. Fue entonces cuando comprendió lo que decía. Era como entrar a un lugar fuera de este mundo. ¿esto también era magia? Ya se estaba mareando de tantas cosas que no comprendía
-Sígueme. -pidió en medio de un murmullo que sonaba a orden, mientras se agachaban por unos matorrales
-¿Por qué nos escondemos?
-No sabemos que ataco. -miro a su alrededor -debemos ser cuidadosos
-Karim va a matarte cuando se entere que me has traído
Un escalofrió le recorrió la espalda al joven -no digas esas cosas...- y su semblante pareció enfermo – solo cumplo su orden.
Arista no era insensible. Pero no estaba del todo preocupada por el rey. El era poderoso, ya lo había visto. Había sido testigo de su gran poder. No creía que hubiera magia en el mundo capaz de dañarlo.
Estaban escondidos cuando sintió algo extraño cruzar el aire.
¿Qué era este sentimiento?
Pero luego sintió algo más. Algo conocido
Karim...
Miro hacia la derecha. Entonces sintió que algo estaba mal. -Esta herido...-murmuro
-¿Qué?- Elian no la estaba escuchando. Apenas le prestaba atención. Seguía mirando al frente con rostro pálido... -ya sabemos porque no han salido. Parece... un hechizo muy poderoso... creo que puedo romperlo- se recogió la túnica. Aunque tenía un semblante terrible en el rostro
Arista jamás alcanzo a ver lo que había visto Elian porque hace rato ya había abandonado el lugar
Se había alejado y poco a poco adentrado más allá del bosque a donde su intuición la guiaba. Camino y camino hasta que llegar a un punto muerto. El rey no estaba aquí.
Se había equivocado
Cuando se dio media vuelta fue cuando estuvo consciente de que se había separado y alejado demasiado de Elian. Ya no lo veía por ninguna parte. Ya no veía nada.
Su corazón se aceleró. Entonces algo asustada empezó a correr por la dirección en la que ella creía que había venido. Fue entonces cuando choco con la estatua.
Cayo hacia atrás en el suelo. Alzo la vista y noto su rostro familiar.
Se quedo pálida al reconocerlo.
Fell.
Se trataba de Fell.
Y ya empezaba a entender el porqué los monarcas nunca se marcharon...
Su rostro tieso, sus ojos antes amarillos ahora congelados en el tiempo, y la expresión de horror grabada en su rostro quizás para siempre.
-Fell...
Se había convertido en piedra.
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El rey me hizo su reina
FantasyLa princesa Arista jamás se había sentido como alguien afortunada. Era una princesa bastarda, no deseada, y odiada. Maltratada tanto por su madrastra como por sus hermanastras. El destino de su reino estaba marcado por la mano del rey Karim. Un homb...