-¿Tú lo supiste todo el tiempo?
-¿El que?- respondió Elian cuando los alcanzo
-Que Karim era el heredero de la corona de Occidente. Que el... es un brujo
-No. -dice – sé que ahora no tienes muchos motivos para creerme. Pero no lo sabía. Me entere hace pocos días...
Entonces ella guardo silencio, más luego de un rato lo escucho decir -losiento.
¿Se disculpaba con ella?
Sabía lo que Arista estaba haciendo ahora mismo. Caminaba hacia su muerte. Ella había rogado al cielo una manera de salvarlo, y la había encontrado. Tenía miedo claro. Pero no hallaba mejor forma de devolverle a Karim todo lo que hizo por ella que ofreciéndose a él.
Ella era su cura. De manera literal.
Otros se habían ofrecido ya a la sombra, y este los había rechazado, pero no la rechazaría a ella.
-Entra-ordeno el rey. -a este punto. Solo entraremos los tres. -y dio instrucción para que el resto de los guardias esperaran afuera
La habitación se sintió pesada al instante y justo en medio de toda ella una sola cama con el rey de Regnoll acostado sobre esta.
Karim...
-Bien. Haz lo tuyo. No sabemos cuánto tiempo le queda. -insto el rey brujo apurado.
Arista lo miro de reojo con mala cara.
Aun así, ella dio unos pasos hacia adelante y suspiro. Le agarro la mano al rey y con solo ese simple tacto en ese estado lo sintió como algo terrible.
Entendía ahora el por qué siempre que Karim estaba mal le pedía que no lo tocara. Le pedía que se alejara. Pero ahora...
-¡Hazlo de una vez! -su voz era impaciente, molesta y demandante
Arista empezaba a molestarse también
Entonces Elian va hacia el rey -una disculpa, mi rey -le pide cuando su mano vuela a su cuello inyectándole algo.
En cuanto el cuerpo del rey toca el piso Arista siente el pánico -¿Qué has hecho?
El joven suspiro – él no me dejo elección...
-¡¿Pero qué has hecho?!- esta vez en claro pánico -¡Acabas de atacar a tu rey!
-Baja la voz -la insto y sus ojos verdes eran tranquilos -no queremos que los guardias de afuera escuchen
-¿Por qué has...? Eso... esto es...
-¿Traición? ¿una locura?- rio de mala gana – si claro, dime algo que no sepa. Tuve que confesarle la verdad al rey porque me lo pregunto. Puede que no lo sepas, pero no es posible mentirle a nuestro monarca. No fue porque quise traicionarte, debes al menos saber eso. Tu eres mi amiga. Además, esta decisión es tuya y solo tuya. Fell tenía razón. Si lo haces obligada, Karim jamás me lo perdonaría -entonces miro hacia el chico dormido
-Pero...
-Puedes huir ahora mismo si eso es lo que quieres. De hecho, sé que, si estuviera despierto, él te lo pediría también.
-Elian...
-No. -negó luego de un rato -te lo ordenaría
-No quiero huir de él. Ya no.
-Entiendes lo que estás haciendo, ¿verdad? Posiblemente no lo soportes. Si llega a funcionar es probable que mueras al instante. Karim ha resistido todos estos años, y ahora entiendo el porqué. Es un brujo. Ningún humano hubiera podido vivir más de un día. Él pudo hacerlo por años porque es un ser sobrenatural. Todo tiene sentido ahora.
-Si, pero...- Arista lo pensó y sus ojos comprendieron -yo también soy un ser sobrenatural
Los ojos del joven aprendiz la miraron fijo – un hada. No sé si un ser de luz resista tanto a la oscuridad
-¿Así es como nos llaman?
-Fairy es mejor conocido como el reino de la luz. Por algo son enemigos naturales. Es irónico que tú y Karim se enamorarán
Porque sí. Era lo que estaban. Ellos se amaban.
Para Arista así era. Su corazón saltaba y se derretía al mismo tiempo cada vez que lo veía. Como su presencia lograba captar todo su campo de visión en unos segundos cuando este aparecía. Y el cómo el simple sonido de su voz le llenaba de alegría el corazón.
-No tenemos mucho tiempo. -Elian miro hacia el rey de Occidente caído -pronto despertara. La poción solo era para unos minutos. Los suficientes para que tomaras una decisión. Lo suficiente para que huyeras, o hicieras el trato.
-¿De verdad puedo salvarlo?
El asintió -Puedes salvarlo. Si es la misma magia y esto los conecta, puedes adquirir su maldición. Si te ofreces a la sombra... esperemos que resistas si así es.
-Soy un hada -dijo – y voy a sobrevivir
-Confiemos en que así sea entonces...
Arista se concentró en la sombra
-Si esa es tu elección, inténtalo primero. Consúltale a esa cosa si eso puede hacerse
-Bien- suspiro sin despegar los ojos de la entidad que siempre estaba sobre el rey. Una que hoy lucia más grande que nunca- Dime. -respiro -¿Puedes hacer eso? ¿Puedes pasármela a mí? Si soy yo, ¿me tomarías en su lugar?
Y su voz como un eco en las paredes, casi un susurro ronco que solo ella oía "Si"
-...
"Solo tienes que pedirlo. Solo tienes que decirlo."
-¿Sabías que yo era la parte faltante de ti?
"No"
-Pero la misma magia te invoco. Pudiste terminar con todo esto antes. Contándomelo. Proponiéndomelo.
"No. Tengo. Ese. Tipo. De. voluntad."
-Tu no propones tratos... tu aceptas ofertas...-comprende
"Yo acepto."
-...
"Entonces, ¿Tu aceptas?"
Miro hacia el rey con ojos de compasión, con ojos de amor. Sus ojos ahora estaban cristalinos, desearía haberlo podido llegar a ver con sus ojos abiertos. Sus ojos rojos... ahora solo serán un recuerdo atrapado para siempre en su memoria.
Era un adiós.
-Yo... -la primera lagrima se derramo de su rostro
Fue una humana. Una bruja. Y un hada. Una bastarda y una reina
Pero ella era la heroína de esta historia
-Acepto.
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El rey me hizo su reina
FantasyLa princesa Arista jamás se había sentido como alguien afortunada. Era una princesa bastarda, no deseada, y odiada. Maltratada tanto por su madrastra como por sus hermanastras. El destino de su reino estaba marcado por la mano del rey Karim. Un homb...