El rey me hizo su reina

Capítulo 30

Parecía un chiste

Tantos años sufriendo en vano para esto. Sabía que el amor que sentía por su padre no era reciproco, pero... aun así...

-¿Por qué no lo liberaste a él también? -la luz de la antorcha iluminaba la habitación de piedra

-No preguntaste por el -contesto Karim en su defensa – creí que lo odiabas. Después de todo lo que hizo con los demás reinos... Después de todos esos esclavos... De toda esa gente a la que mando a matar...

-¿Qué?- sus ojos crédulos

-Arista, Amcher era corrupto. La destrucción de tu reino fue lo mejor que le pudo haber pasado a todos

Y no podía evitar que sus palabras dolieran. Ese había sido su hogar, pero ella no sabía nada de la monarquía o los negocios. No sabía nada de nada. Ajena a todo.

¿Acaso ellos... eran los malos?

-Los derrocamos por eso. Fue un convenio entre todos los reinos. Y tu padre, -negó pesadamente – es el peor de todos

Ella tenía en su interior sensaciones divididas. Le gustaba Karim. Le agradaba mucho. Pero no era bonito escuchar a alguien criticar y ofender a otro alguien que amabas. ¿Calumnias? ¿Pero que intenciones tendría el con mentirle?

-No digas esas cosas...

El pareció entender su sentir – lo lamento.

-¿Y qué harás con él?

-Espero que entiendas que no puedo liberarlo. -informo y algo de eso ya lo veía ella venir. -necesito un interrogatorio y a su vez, si la gente lo decide... su ejecución

No podía perderlo dos veces ¿ o si?

-¿Puedo hacer algo para evitar aquel destino?

Karim negó apenado -me gustaría complacerte en lo que sea que me pidas, pero esto no es negociable. Aunque... si los reinos votan y gana la vida, pues entonces pasara el resto de sus días en una celda. Quizás antes de todo eso... quizás quieras preguntarle sobre tu madre

Su madre...

El punto de todo esto. El inicio de su verdad

¿Quería más a su madre, alguien que apenas recordaba su rostro que, sobre su propio padre, que estuvo ahí siempre?

Pero después de todo alguien que veía tanto maltrato y lo permitía, no podía ser tan bueno ¿no?

-Le preguntare

-No puedo dejarte a solas con él. Espero lo entiendas

-Entiendo

Entonces el la guio a la celda. Y levanto al hombre -tienes visita, antiguo rey

No era una humillación. Era lo más parecido a un antiguo respeto por un título.

El hombre alzo su rostro, y más de hallar ojos dilatados o emoción por ver a su hija viva, hubo disgusto. ¿de verdad la odiaba tanto?

-¿Qué haces aquí? -le cuestiono. Luego miro hacia Karim -si vienes a chantajearme con su vida para sacarme información, pierdes tu tiempo. No hablare. Por mi puedes matarla. Tortúrala todo lo que quieras, no me interesa

No me interesa...

Aquellas palabras haciendo eco en su interior

¿Estaba mal amar a alguien que te odiaba? Claramente Arista debía tener un problema.

Los ojos rojos del rey estaban desconcertados y estupefactos. Claramente no sabía de estos sentimientos entre padre e hija

Arista dio un paso adelante tomando aire -he venido aquí para preguntar por mi madre