Arista rodo lo más lejos que pudo, y milagrosamente no se llevó ningún golpe. Apenas quizás algún rasguño de unas rocas más pequeñas.
El humo por el derrumbe inundo el lugar. Pero pronto el cielo pareció aclararse. La luna brillaba hermosa en la noche dándole a este lugar una sensación de renovada seguridad.
Karim...
Su primer pensamiento fue él.
Se paro de golpe y corrió ignorando si el cuerpo bajo esas rocas seguía vivo o muerto. No quería averiguarlo. No quería pensar en el hecho de que quizás había acabado con la vida de alguien.
Pronto se encontró con más hombres en el sendero del bosque. Estaban descongelados.
-¿Cómo? -había murmurado perpleja
Pero entonces había sentido una mano posarse en su hombro, y esta giro sobresaltada
-¿A dónde te habías metido?- le interrogo el chico de ojos verdes
Ella miro incrédula a Elian -tu... ¿tu rompiste el hechizo?
El joven suspiro y con su mano derecha hecho parte de sus cabellos hacia atrás -claro que fui yo. ¿Quién más sino?
-¿Dónde... donde está el rey...? Yo debo...
-El rey está a salvo
Una sensación de paz la inundo -¿Cómo lo sabes?
-Derroto a esa cosa. Lo se. Ya lo hemos llevado al carruaje y algunos hombres me ayudaran a regresar. Estas a salvo, Arista.
-Pero...
-Esta herido -admite el – y medio inconsciente. Pero está vivo.
-Lo mate... -murmuro
-¿Qué?- el no comprendió su declarion
-Lo mate Elian...
-Arista cálmate...
-¡Creo que lo mate!
-¿Al rey? – su ceño fruncido
-No- negó – Al muchacho que trajo consigo a esa cosa. El muchacho de cabellos plateados...
-Hazan. -dijo su nombre con pleno conocimiento – lo se. El rey ha alcanzado a murmurarlo antes de desvanecerse. También pregunto por ti.
-¿Por mí?
-Pero eso no viene al caso.-suspiro. -¿Dónde lo dejaste?
-E-esta... esta allá atrás -trago saliva
Entonces con una señal Elian mando a más hombres por el camino que había indicado Arista. Mientras tanto el joven brujo hizo sentarse a su aprendiz mientras le tendía algo de agua.
Muchos de los monarcas se estaban reuniendo con su propio sequito mientras hablaban, murmuraban, o quizás conspiraban. Algunos empezaron a verla de manera curiosa cuando se enteraron que la responsable de aquel desastre de rocas había sido ella. Habían miradas de horror, incredulidad y asombro por igual
Cuando Elian volvió a acercarse a ella esta se levantó de golpe -¿Y... y bien?
-Está vivo- informo Elian
Algo en ella sintió alivio, pero a su vez miedo.
-Puedo que tú no lo mataras, Arista. Pero sino lo hiciste tú, lo hará el consejo de los monarcas.
-¿Qué?
-Lo que ha hecho es traición. -explico -Traición para todos los del reino. Traición para la misma humanidad. Vivo, es un peligro. Ya ha demostrado estar realmente loco.
-El... el parecía conocer al rey...
Elian lo analizo, casi pareciera como si se estuviera debatiendo en decir algo o no contarlo. Y finalmente pareció ceder -lo conocíamos. Éramos algo cercanos... Mi rey Karim lo acogió bajo su mandato, él era... algo así como... ¿familia?
-¿Eran familia?
-No realmente. El chico es huérfano. El rey se ocupó de él y ... por la edad que se llevan no puedo decir que lo crio, pero... aun así... digamos que era lo más cercano a un padre o hermano mayor que tenía.
-Eso es horrible... y ahora será ejecutado.
-¿Crees que Karim este de acuerdo con que lo maten?
-El intento matarte, -dijo brusco -así que creo que estará más que de acuerdo
Ella permaneció callada. Y aun así no pudo más que sentir incertidumbre sobre el futuro que vendría
-Ven. Vayamos a casa -dijo Elian mientras le tendía el brazo para escoltarla devuelta al carruaje -lastimosamente no podrás ver al rey hasta que se recupere del todo. Te moverán a otra habitación.
-Comprendo... aunque, si me lo permites, me gustaría cerciorarme de que este bien. Podría ir solo un rato y...
-No.-la corto de forma seca y casi brusca- el rey está muy débil ahora y es vulnerable a cualquier ataque
Eso la tomo desprevenida y hasta le pareció un insulto a su buena moral -¿Qué insinúas? ¿Qué intentare matarlo?
-Solo digo, que, si algo pasa, el no podrá defenderse
-He entendido muy bien- soltó molesta
Era por eso que la segunda noche la habían dejado dormir en la misma cama del rey sin ningún tipo de precauciones. Pues no la creían capaz de matarlo incluso aunque ella lo intentara. Porque... ¿Quién podría contra el rey con semejante poder?
Le retiro la mano del brazo y dio media vuelta crispada hacia el carruaje. Y permaneció en completo silencio todo el trayecto de regreso.
Después de varias horas cuando descendieron, la voz de Elian trato de llegar a ella. Pero esta la ignoro diciéndole que se retiraba.
-Mi habitación- pidió -solo necesito eso
El muchacho se veía apenado y casi arrepentido por haber sido tan honesto con ella -por aquí, sígame- y le indico la alcoba.
Era más pequeña que la del rey, pero aun así de un buen tamaño.
Cerró la puerta tras de sí. Se ducho, cambio y se tiro a la cama para dormir y olvidar todos los sucesos del día de hoy. No sabía porque la molestaba tanto el hecho de que la juzgaran, después de todo parecía lógico que los guardias del rey trataran de protegerlo de lo que sea, y aun, acosta de lo que fuera.
No supo nada mas de nada hasta más entrada la noche aquel mismo día.
Ella calculaba que era de madrugada, cuando escucho los golpes en su puerta y la voz amortiguada del joven- Arista... Arista...
Medio adormilada se sentó en la cama pensando que se lo había imaginado -Arista... por favor levántate... te... te necesitamos...
-¿Elian?- se levantó descalza y abrió la puerta
Los ojos verdes claro de Elian la esperaban del otro lado viéndola desesperado -¿Qué te ocurre? ¿Por qué traes esa cara?- y casi había olvidado que estaba molesta con el
-Es... es el rey...-dijo
Sintió algo en su corazón. Y luego más allá escucho los gritos y unos fuertes golpes. Se agarro al marco de la puerta alerta -¿Qué sucede?
-Es la sombra... no... no podemos controlar del todo su poder. No desea calmarse y...
-¿Ya hablaron con él?
-No quiere hablar con nadie, y....
-¿Y que Elian? Dilo ya.
-El rey dijo... él dijo que...
Entorno los ojos imaginando lo que venia
-Que quería verte.
-¿Que?
-Solo desea verte a ti.
Porque esta noche, ella experimentaría el anhelo obsesivo del rey maldito...
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El rey me hizo su reina
FantasiLa princesa Arista jamás se había sentido como alguien afortunada. Era una princesa bastarda, no deseada, y odiada. Maltratada tanto por su madrastra como por sus hermanastras. El destino de su reino estaba marcado por la mano del rey Karim. Un homb...