-¿Qué... que... que es esto? -totalmente consternada -¿Qué hago aquí?
Los ojos del rey fijos en ella -Querías huir de mi.-el tono tan frio de su voz la tenso
-K-karim... eso... es...
-¿Eres una clase de espía?
¿Qué?
-No- respondió de forma rápida y rotunda
-¿Todo lo que me dijiste sobre ti, era verdad siquiera? ¿lo de toparnos por el pueblo de pequeños también era parte de tu plan?
-¿De qué hablas?
-¿Un plan elaborada y maquiavélico que llevaba años ejecutarlo? ¿Lo de hablar el día de la invasión a Amcher fue para que te escuchara apropósito y te eligiera?
¿Pero que rayos estaba diciendo?
-¿Insinúas que planee todo esto desde pequeña? ¿te volviste loco? Eso ni siquiera tiene sentido- no era su intención sonar herida. Pero fue justo, así fue como sonó; herida.
-No lo se. ¿Qué puedo esperar de una mentirosa?
Sus palabras la herían. Pero no podían culpar al rey. Una mentira podía poner en duda muchas verdades
Arista estaba entre indignada, y molesta. Pero no tenia derecho de estarlo. El rey solo estaba diciendo la verdad. Ella lo engaño. Debería estar avergonzada, y arrepentida. Y sin embargo, -Estas equivocado. Yo jamás... nunca haría eso. ¿Por qué planeara algo que arriesgara mi propia vida? Y si, te mentí, pero...
Karim miro hacia el suelo -¿El que me enamorada de ti lo era también?
La chica enmudeció. Trato de encontrar sus ojos, pero este la evito. -perdóname...-lo dijo sin saber que más decir. Sin saber cómo enmendar todo este gran error...
Nunca había lastimado a nadie. Y se sintió mal. Porque lo traiciono y le mintió
-Yo... -sintió sus ojos húmedos -puedo explicártelo. Si, mentí, pero... solo lo hice para salvar mi vida. Aquel primer día me hiciste entender que, si no era una bruja, tu.... -negó -Me hubieras matado...-solo quería que la comprendiera. Que sintiera un poco de lastima o empatía hacia ella. Que se pusiera en su lugar. Pero... ¿acaso ella lo sintió con él?
-No lo habría hecho. No te hubiera matado.
-¡Pero en ese entonces no lo sabía! No sabía quién eras. Karim... por favor... por favor comprende... -trato de estirar su mano a través de la reja para tocarlo, pero casi por impulso él se alejó - yo puedo... -su mano volvió a cerrarse en el barrote -puedo explicártelo todo ahora, puedo decirte la verdad, yo...
-¡Eso no cuenta! ¡¿es que acaso no lo ves?! Solo quieres decir la verdad ahora porque te sentiste acorralada. Porque ahora ya no tienes más opciones. Pero antes las tenías. Luego de aquel día que mencionas, tuviste muchas oportunidades para confesar, para decirme la verdad. Pero jamás se te paso por la cabeza la idea de ello. ¡no! Ni siquiera lo consideraste ni una sola vez. ¿O me equivoco?- interrogo. Ella permaneció callada. El rey soltó un bufido - ¿lo ves? A eso me refiero. No ibas a hacerlo nunca. Querías mantenerme engañado para siempre. Y es por eso que estoy enojado. ¿Cuánto tiempo más creías que duraría tu mentira?
La culpa podía con ella -no lo sé...
-¿Y el asunto de la maldición? ¿acaso pensabas dejarme morir?
Ella alzo la vista de golpe y esta vez sus lágrimas ya caían de su rostro – no es así... iba a ayudarte. ¡Lo juro! -explico desesperada – con magia o sin ella.
-No te creo. -rio de mala gana, y su actitud era esquiva y su semblante molesto
-¿Por qué estoy encerrada aquí?
-Te trato como lo que eres. -se levantó y la miro con ojos oscurecidos - una prisionera-escupió la palabra con asco
Entonces empezó a caminar fuera de la habitación y ella sintió el pánico en su corazón.
No. No. No.
No podía acabar esto así,
Y no se refería precisamente a estar encerrada y podrirse para siempre aquí. Se trataba de él. Solo de él.
No quería que se marchara pensando cosas tan terribles, aunque ciertas sobre ella. Se sentía miserable. Desesperada.
Una segunda oportunidad
Quería una segunda oportunidad.
Cerro los ojos y le tembló la voz -P-por favor...-sollozo -Karim... por favor... no te vayas...
Ya no pretendía ser fuerte más. No le importaba quebrarse a estas alturas -por favor... no me dejes...-rogo -créeme... una vez más... créeme solo una vez más...
Se detuvo en la puerta.
¿Habría esperanza?
Pero entonces el rey remoto su marcha y la puerta se cerró a sus espaldas quedándose a oscuras
Amcher quedara atrás en la historia como un reino que existía y ya no más. Y ella... ella igual.
***
Elian se encontraba abajo esperando inquieto. Se levanto apenas lo vio descender las escaleras -¿y bien? ¿Qué harás con ella ahora?
-Permanecerá encerrada
Su ceño se frunció -no deberíamos hacer esto
-Antes no tenías problemas con esto ¿Y ahora temes que la encierre?
-Antes no la conocía – se defendió – tu nos hiciste amarla y ahora pretendes que ignoremos a un ser querido encerrado
-No la conocemos. Es una traidora. Y será tratada como tal- odio y resentimiento – podría estar diciendo mil mentiras mas ¿Quién nos asegura que este diciendo la verdad ahora? Libre es un problema. Podría ser una espía
-Es muy improbable que sea una espía. Además, aún no sabemos lo que es ella. Está claro ahora que no es una bruja, pero nuestra magia no miente. Ella sigue siendo inmune a nuestros hechizos. Ni Mary, ni yo pudimos hechizarla. Y me dijiste que intentaste retenerla usando la sombra y no funciono. Tuviste que usar mis pociones ¿Por qué la magia de tu sombra no le afecta? ¿Por qué la magia de los brujos no la afecta? ¿Por qué es tan diferente?
-No lo sé...
-La intención de ella no es mala. Te mando los libros de hechizo incluso huyendo, no puedes solo ignorar ese detalle. Además, ¿Por qué escucha siquiera hablar a la sombra? Si no es una humana, ¿entonces que es?
-¡No lo sé!
El silencio vuelve a llenarlos a ambos ahora.
Elian espera, pero luego retoma su control -si de verdad crees que es una espía, entonces debes dejarla marchar
Karim solo lo mira
-Tener una espía dentro del castillo no es una gran idea. Es un riesgo.
Sin respuesta aun
Pero Elian entendía la verdadera razón de esto -sabes, no puedes retenerla para siempre para que no se aleje de tu lado. Tu corazón esta divido y confundido ahora. Lo entiendo, pero tarde o temprano tendrás que tomar una decisión.
-Se quedará ahí hasta que piense que hacer exactamente con ella
-O contigo- añade el
Los ojos rojos de Karim solo lo miran como una advertencia
-No puedes encerrarla en una celda para siempre, al igual que no puedes contener a tu corazón tampoco.
-...
Tomo su túnica listo para retirarse -Espero sepa lo que hace, mi rey.
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El rey me hizo su reina
FantasyLa princesa Arista jamás se había sentido como alguien afortunada. Era una princesa bastarda, no deseada, y odiada. Maltratada tanto por su madrastra como por sus hermanastras. El destino de su reino estaba marcado por la mano del rey Karim. Un homb...