Capítulo 47

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-No. -soltó Karim -no vas a llevarla a Arista a Occidente. Ni siquiera he considerado la idea de ir yo mismo

-Es eso o morir -lo corto fríamente Elian

-No puedes ordenarme nada

-No... pero entiende Karim... El rey de occidente es también mi rey. Y esta en mi sangre confiar plenamente en el – luego miro hacia la chica -Arista, la gente fuera de aquí aun cree que eres una bruja. Podemos mantener el secreto. Así cuando pises Occidente pasaras desapercibida. Solo seras una más de nosotros

-Si eso mantendrá vivo al rey... Claro que sí.

-Arista... no...

-Mírate, ni siquiera puedes pararte.-la corto ella - Por favor... déjame a mi salvarte esta vez.

-...

Arista miro hacia Elian. Se levanto y se acercó hasta el -quiero hacerlo

-Mi intención no es ponerte en peligro, Arista – confeso -Pero...- sus ojos cargados de algo, de culpa, de desesperación -No sabes lo que es. El cómo es. Levantarte todos los días pensando que quizás hoy sería el ultimo que el rey resistiría. Las pociones lo mejoraban hace años atrás, pero ahora... hasta eso parece estar perdiendo su efecto.

-No te aflijas mas Elian. Yo te entiendo.

Sus ojos cristalinos, por fin siendo débil también -No tengo más soluciones ingeniosas. Por eso me rendi. Se lo conté todo al rey de Occidente. Todos nuestros avances, o mejor dicho retrasos. Él ya nos había tendido la mano antes. También lo hará ahora. Él no tiene una cura, pero puede darle más tiempo de vida. Tiempo para ganar y averiguar qué hacer.

-No voy a rendirme tampoco. -dijo ella - Iremos hasta las últimas circunstancias por él.

Y entonces, Elian se sintió comprendido, por fin su carga fue compartida. Había alguien que lo quería tanto como él.

Y asi, por primera vez, se sintió tan liviano...

****

-No puedes irte -esa había sido la respuesta de Fell cuando ella se lo dijo

-Tenemos que salvarlo. ¿acaso no harías lo mismo por mí?

-Claro que sí, pero esto es diferente, porque al final del día, tú eres una de las nuestras. Y el solo es un humano.

-¿Y que pretendes que haga entonces? ¿Cuál es tu solución?

Su rostro jamás titubeo -Dejarlo morir.

-No.

Silencio. Mas luego -¿Por qué buscas llevarme la contraria?

-No es lo que deseo

-No. Claro que no -soltó sarcástico - Él te capturo. Fuiste su prisionera ¿porque haces esto por él?

-Porque yo lo amo

Y la respuesta había sido tan natural. Que Alice y Camelia quienes habían estado escuchando todo, se miraron con genuina pena.

Fell suspiro -es lo que temía que me dijeras...

-¿Lo sabias?

-Claro que lo sabíamos -salió Camelia de entre las sombras -Era algo que ya todos sospechábamos. No era ni medio normal tanto interés que tenías por él.

-La prueba de ello es todo lo que te esfuerzas por querer salvarlo, por querer librarlo de su maldición. Haz estado leyendo desde que llegaste a Fairy. Solo con la intención de encontrar algo en nuestros textos que pueda ayudarlo... solo para hallar esperanza de una cura, -negó – pero un hada no puede hacer nada.

-Es magia oscura, Arista -explico Camelia- No tenemos poder sobre eso. Y nuestros poderes curativos solo sirven para los nuestros.

-Lo se. Y ellos lo saben tambien.

Aquello hizo saltar las alarmas en los tres más rápido que un rayo

-¡¿Se los contaste?! ¿te volviste loca? ¿el quien eres?

-No tengo secretos para Karim o Elian. Ademas, ir por la vida diciendo la verdad es mi nuevo lema. Las mentiras no me funcionaron. Veremos si las verdades lo hacen

-Es una mala. Muy mala idea – soltó Camelia preocupada

-Si en Occiente se enteran de quien eres realmente te mataran. Podrían acabar contigo si saben que eres nuestra reina

-No soy ninguna...

-¡Pero lo eres!- Camelia estaba muy fuera de sí. Lo cual no era algo que soliera pasar -las hadas y los brujos han tenido rivalidad por años. Se odian entre ellos. Si supieran que una de las nuestras... mas aun de la realeza... mas aun a nuestra heredera estando allá... ¿quien sabe que podrían hacer...?

-Arista, nosotras no...

-¿Iras de todas formas? -la pregunta tranquila habia provenido de Fell, aquello las hizo callar a sus dos hermanas. Quienes no estaban comprendiendo esto

-Si- contesto Arista mirando hacia él. Justo hacia sus ojos amarillos indescifrables

-Bien.

-¿Bien? ¿te volviste loco? ¿acaso la estas dejando marchar?- Alice estaba casi sobre el con sus preguntas y reclamos

Fell se levantó – no podemos hacer nada para detenerla.

Camino hacia ella -Retener a alguien que parece saber lo que hace no es correcto, pero – miro hacia Arista -déjame decirte, algo

-¿Que?

-Cometes un grave error -soltó Fell severamente

Entonces dio media vuelta y se marcho.

El rey me hizo su reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora