Capítulo 57

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Te hice mucho daño y es momento de que seas libre. Libre lejos de mi

Los ojos castaños le brillan con el sol.

Arista se encuentra en una habitación amplia, y está sola.

-¿Fell?- y lo llama porque sabe dónde está. Este cuarto fue el que habito cuando estaba en el reino de Fairy -¿Alice? ¿Camelia?

Nada.

Cuando intenta levantarse de la cama esta cae al sentir las piernas débiles. Respira agitadamente con sus manos hecha puños sobre la alfombra -¿Qué pasa?

Entonces la puerta se abre -¡Arista! ¡Arista! ¡Estas despierta!

Sus rubios cabellos se agitan y corren a ayudarla -Sabíamos que ya estabas libre de eso, pero no sabíamos cuando despertarías...-sus ojos en lagrimas

¿Qué?

-¿Qué?

-¿Es que acaso no recuerdas nada?

Ella piensa. ¿recordar que?

Los ojos de la muchacha cambian y siente preocupación -¿has perdido la memoria? ¿no recuerdas lo que hiciste por el rey de Rochcaster? ¿no recuerdas a Karim?

Entonces todos los eventos pasados vuelan a su mente -la sombra...

-Si. Si lo recuerdas-suelta con alivio

-¿Karim está bien?

Camelia ríe con lágrimas en los ojos -¿Qué clase de pregunta es esa? El está bien. Eres tú quien estuvo a punto de morir por tu decisión tan arriesgada. ¿Qué locuras haces por amor, chica?

-Karim... Karim esta...

-Estuvo aquí apenas ayer. -le menciona tranquilizándola -sabíamos que despertarías pronto. Lo supe por el reloj de arena. Karim se marchó ya, pero... creo que vendrá de nuevo hoy por la tarde. Fell me ha contado las buenas noticias. Dijo que habías decidido quedarte a asumir el trono de Fairy. Dijo que ese había sido el trato si lograba romper la maldición. Claro que fue un trabajo de ambas partes. Tú también tuviste que hacer lo tuyo.

-...

Camelia se levantó -debo ir por Alice y Fell. Se alegrarán mucho de verte despierta

Entonces la chica se marcha tan rápido como entro

Ella respira profundamente tratando de comprender todo lo que había pasado. Entonces se mira el brazo. No había ni rastro de la mordida de esa cosa. No tenía ni un rasguño de esa batalla, pero entonces... ¿de verdad paso? ¿o todo había sido solo un sueño?

¿Y porque en su sueño se veía tan pequeña? ¿acaso era lo que hacían esas cosas? Minimizarte hasta el punto de verte débil.

Ella había ganado. Realmente había ganado la lucha

Había roto la maldición que su madre no pudo romper y tampoco evitar.

-He salvado a Karim- y decirlo en voz alta era tan satisfactorio – y me he salvado a mí misma. -sonrió

Entonces su familia entra en la estancia. Todos con sonrisas y lágrimas. Muchos en abrazo mientras la levantaban para ponerla en la cama

Todos le contaron lo que había sucedido, lo que ella no recordaba

-Ya le he informado a Karim de que has despertado -sonrió Camelia

Arista se queda ansiosa esperándolo el resto de la tarde y gran parte de la noche. Sin embargo, al caer el sol recibe la noticia de que la respuesta de Karim a eso había sido "Que alivio"

Pero no. No iba a venir.

Eso no lo entendió y le hubiera gustado decir que eso no le rompió el corazón en mil pedazos.

-¿Por qué?- le había preguntado a Fell

El rey suspira – Karim no quiere hacerte más daño. Además, sabe que tienes que quedarte a reinar Fairy

Arista asiente, pero no compartía su pensar.

-No te sientas perdida. Nos tienes a nosotros. Somos tu familia. Pase lo que pase, lo sabes.

Asiente nuevamente. Y sus ojos castaños se fijan en el brazo de su primo y ella creía poder sentir algo más allá en él.

Incluso en ella.

-Fell. Siento todo el poder recorrerme las venas. Siento... que soy una nueva yo...

-Tus poderes se han manifestado finalmente luego de la maldición- sonrió y mira a su lado -esas flores las has hecho crecer tu mientras dormías. ¿No es eso maravilloso? Y eso que estaban casi secas desde hace tres días.

Increíble.

Arista sabía que podía hacer más. Que podría hacerlo incluso sin haberlo intentado nunca – tú has sido fiel, y leal, Fell.

-¿Que?

-Fiel en lo poco, leal en lo mucho. Eres digno

Rio -¿digno de qué? ¿estas desvariando? ¿aun tienes fiebre, querida prima? - estiro su mano

Pero entonces la mano de Arista evita que la toque y le baja el brazo concentrándose en su otra extremidad, en la parte que siempre le causo culpa, pero ya no más.

-Fell, -y de esta algo brillo tenuemente -Te devuelvo tu mano

Y ahí, regenerada, como si nunca hubiera sido cortada estaba su extremidad faltante

Fell con ojos bien abiertos. Ningún hada había podido hacer esto en el presente. En el pasado podía hacerse, pero ya no.

Era una magia perdida hace año. Una magia perdida para siempre, pero ahora... ahora finalmente encontrada.

Le has devuelto al mundo lo que le faltaba 

El rey me hizo su reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora