Capítulo 24

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El rey de Rochcaster los llevo hasta más allá del lado Este. Era un espacio separado del castillo y estaba hecho un desastre. Suponía que las construcciones eran así. Mucha arena y mucho polvo.

-Esas son algunas de las estructuras que harán volar -anuncio Karim mirando al horizonte -empezaremos por las mas lejanas. No queremos ningún accidente. Nada de muertos. He pedido a todo el personal que se retire lejos

-No se preocupe, yo hare que suceda sin el mayor imprevisto

El rey apenas y la escucho -usa estos guantes de protección- se los tendió hacia la unica mujer que le importa aqui.

-Yo no tocare las rocas.- menciono Arista confundida - de hecho, no tocare nada

-Solo úsalos -y se los dio casi en las manos

Ella miro de reojo hacia la chica ignorada -¿no trajiste otro par?

-No

-Esto es correr con ventaja

-Dudo que lo sea...-murmuro Elian por lo bajo

Arista rodo los ojos -aunque sea un regalo. Es una competencia -se los regreso a Karim -estaré feliz de aceptarlos una vez termine el desafió. -le sonrió -cuando gane

El rey pareció satisfecho. -Bien. Entonces pueden empezar.

Este se alejo junto con Elian para poder observarlas mejor

-¿Cómo pretendes hacer volar la torre?- le pregunto ella. Pero cuando la miro noto que la pelirroja tenia los ojos cerrados. Murmuraba palabras de forma muy baja y sin sentido. Un idioma que ni conocía.

Cuando volvió a abrirlos alzo la mano y la torre que estaba al fondo a la derecha voló por los aires. Una sacudida que movió la tierra.

Un poder así... tal poder era... ridículo...

Los brujos podrían estar conquistando al mundo si quisieran...

Arista tenia que empezar también, no podía dejarse impresionar.

Ella volteo hacia la otra torre. "La más alejada a la izquierda" le había dicho su espía

Miro hacia su reloj de la muñeca. Calcular el tiempo exacto era esencial para que su treta funcionara

Agacho la cabeza, y luego fingió murmurar cosas que ni ella misma entendía. Esto de fingir se le daba bien. Miro de reojo la hora.

¡Ahora!

Levanto el brazo y la gran estructura voló por el aire. Casi podía imaginarse la cara de incredulidad en los ojos de Elian. Pero a su vez, también imaginaba el rostro satisfecho del rey.

Sintió una mirada sobre ella. Una tercera

Calista la miraba con odio y sin embargo la muchacha estaba jadeando.

Ambas repitieron el proceso con tres torres más. Arista en su interior rogando que su blanco no fueran las mismas que las de ella.

Y mientras ella estaba como si nada. Calista apenas y respiraba y sus piernas parecían temblarle. Parecía difícil invocar tal poder. Y a su vez, se sentía mal al saber que posiblemente iba a ganar haciendo trampa.

En la cuarta invocación Calista cayo de rodillas al suelo. No estaba inconsciente solo débil

Arista vacilo y trato de ir hacia ella. Quería ayudarla, pero...

-No me toques -fue la respuesta. No podía verle el rostro. Sus cabellos se los tapaban. -Yo puedo hacerlo... -jadeaba -y-yo... yo puedo...

-¡Es suficiente!- grito Elian por lo alto -Calista no puede continuar. Ya hemos definido a la ganadora – este miro hacia Arista

El rey me hizo su reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora