Capítulo 56

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Apenas los ojos de su familia la observan de ese modo tiemblan. Alice suelta un chillido parecido a un grito. Ella no era alguien que soliera quebrarse. No mostraba sus emociones ante los demás. Pero esto era diferente

-Suéltenlos -ordeno Elian a sus compañeros brujos

Estos se miraron dubitativos

-Ustedes le son fiel al rey. Y Karim es su heredero. Es una orden de su príncipe -repitió Elian y miro hacia Karim con pesar como pidiéndole algo

Y aunque la idea no le gustara -Obedezcan -hablo Karim

Entonces la magia que los retenía quedo libre de sus manos y fueron rápidamente hacia Arista

Fell la toma entre sus brazos arrancándosela de los de Karim, y este último permitiéndolo. Él era un brujo. Él no podía hacer nada. Y luego de haber luchado contra esa cosa lo entendía.

El rey de las hadas tembló y lloro -sabía que tu terminarías matándola...

Y aquella declaración hace que Elian vea a su rey al instante preocupado

Karim no había vacilado en su mirada, pero solo la agacho. Como si esa declaración fuera cierta. No lo era. Arista había tomado su decisión porque había sido valiente y altruista. Había sido sincera.

Elian le poso una mano a Karim – pase lo pase. Estaré aquí contigo hasta el final. Te soy fiel por siempre.

-¿Por qué le eres fiel a mi nuevo título de rey brujo?

-No. -lo miro con honestidad -Porque le soy fiel a mi amigo.

Karim le asintió conmovido. Entonces camino hacia ambas criaturas de cuentos -pueden salvarla

Alice negó -no. No tenemos poder para hacer eso... Es magia oscura

-Podemos intentar los dos rituales que vimos en los libros -pero apenas quiso hacer algo de magia esta reboto contra él lastimándolo un poco.

Se sobo la mano contra su pecho. -es inútil. La magia no puede sobreponerse. Ninguna magia le afecta en este momento

-No necesitamos magia...-murmuro Alice quien se había perdido en Arista

-¿Qué?

Entonces rebusco entre la ropa de Arista encontrando la cosa que buscaba. El frasco de Camelia

-¿Un tónico? No servirá.

-La magia curativa de hadas solo cura a otras hadas

-Lo intentamos con ella una vez en el castillo sin éxito. La vez que llego mal herida jamás funciono.

-Pero es que este tónico no es magia. ¿no lo entiendes?

-¿Qué?

-A veces, no necesitamos una magia extraordinaria para salvar a los que amamos.

-...

Alice se acercó, le levanto la cabeza con cuidado, y la hizo beber el brebaje. Sin embargo, luego de un rato de todos mirar expectantes la escena, nada había sucedido

-¿Qué pasa?- pregunto Fell inquieto -¿Por qué no funciona? No tiene mucho pulso. Y solo con el hecho de tocarla... -esta fría...

-Te drena energía -confeso Karim. Entonces se agacho a su lado – entonces daré la mía también

-Si funciona... -dijo Alice dándose cuenta -ahora le toca a ella. Ella debe darse cuenta también

Elian no entendió a que se refería, pero Karim sí. Karim había estado luchando contra el pecado por años. Esa cosa, era todo lo negativo dentro de ti. Te drenaba, te agotaba, te manipulaba. ¿Es la sombra la que le había estado hablando en sus sueños todo este tiempo? Si.

Era su misión hacerle creer que no tenía ningún valor, y que no era suficiente -soy suficiente -murmuro por lo bajo - y tu también o eres Arista. Eres suficiente.

Alice se acercó y poso la mano en ella. Y pronto Elian hizo lo mismo

-Eres buena amiga -añadió Elian

-Eres buena familia- dijo Alice

-Eres... luz -dijo Fell

Porque esto no era una maldición contra dos. Era una maldición contra todos.

***

La pesadilla inicio así.

En medio de la oscuridad de la noche ella se levantaba de madrugada.

Había un colchón en el suelo de la sala de una pequeña choza. Era pequeña. Ella estaba pequeña. Abrió los ojos y vio apenas pequeños destellos de luz que entraban por la ventana gracias al brillo de la luna.

Entonces en un rincón de la oscuridad. Una criatura inhumana estaba encogida. Llena de dientes y colmillos y ojos desorbitados. Unos cuernos en su cabeza. Y sabía que había venido aquí por ella.

Miro a su lado y vio más allá durmiendo a una mujer. Su madre.

Era su madre. Dormida y ajena a todo lo que pasaba.

Entonces pensó que estaba bien si era a ella. Estaba bien que se perdiera. Ella no era buena. Mejor ella que otros.

"Acabare con todo el mundo" murmuro el demonio "tu vienes conmigo"

Claro. ¿Qué más podía hacer?

"Mientras las personas que amo estén bien... entonces nada más importa. Entonces todo estará bien" murmuro su débil voz. "puedes llevarme a mí, porque soy mala. Pero no a los otros. Ellos no son malos. Bueno. Yo no sé eso. A veces, puede que hagan cosas malas, pero no merecen eso"

« Soy suficiente. »

Una voz se filtraba en ella

Aún hay esperanza. Aun no esta acabado.

« Eres suficiente. »

"¿Que?"

Miro hacia la figura que se retorcía ahí observándola con deseo, pero esa criatura no había dicho nada.

« Eres buena amiga »

"¿Que?" repitió

« Eres buena familia »

Entonces casi sin darse cuenta la cosa esa se le había abalanzado encima con dientes y garras y le había mordido el brazo. Ella se agito desesperada y como pudo lo lanzo más allá de la sala lejos de ella, de nuevo al mismo rincón de donde estaba antes.

Lloro por el dolor de la herida provocada. Y miro atenta a su monstruo.

"La gente es mala por naturaleza" su voz abismal murmuro. Parecía divertido

"No. La gente no es mala" le contesto recordando a Elian. Recordando a Fell. Camelia. Alice. Y... a otra figura que aún no tenía rostro para ella, pero que se esforzaba por recordar. Pensaba evocar aquel rostro perdido...

¿A quién he olvidado?

"No, yo..."

"Tendré sus almas. Primero la tuya, luego la de tu familia, luego la de toda la gente que amas. Porque todos son malos "

Entonces una extraña valentía nació en su corazón "no. Ellos no. A diferencia de mí. Ellos son buenos"

Y la última voz resonando más alto que todas «Tu... eres Luz »

Y al notarlo pensó que ella tampoco era tan mala. Aquello le lleno el pensamiento. Una firme convicción de que eso era cierto. Si, es verdad que se equivocaba a veces, cometía errores, pero se había esforzado cada día para hacerlo mejor. Para pedir perdón, para enmendarse. Para tener redención. A alguien que no le importara no se esforzaría tanto

"Ni siquiera sabes si podrás tener la de ellos." lo miro con fiereza, ya no como un alma derrotada, sino con una nueva determinación en sus ojos "Y ahora se, que tampoco tendrás la mía."

Entonces la sombra, que ya no era más una sombra, pues al estar completa ahora, esta tenía forma entera, y física, se lanzó otra vez sobre ella con la intención de atacarla, y ella sobre él. Porque esta vez, ella estaba dispuesta a luchar.

El rey me hizo su reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora