-¿Elian ya se fue?
-Se acaba de marchar- respondió la chica del vestido color vino
-Karim se toma muy enserio esto eh. Manda a ese tipo todos los meses solo para asegurarse de que tu estes bien y que tu recuperación marche al cien
-No tiene por qué hacer eso. Yo ya estoy curada. Lo estuve desde el primer momento en que abrí los ojos hace un año atrás.
-Ha pasado mucho tiempo desde aquello -recordó Fell. -me parece increíble la negativa del rey de Regnoll a volver a verte
-Debe tener sus razones
Arista parecía ya no afectarle, pero Fell sabía que no era cierto. Ella se había quedado no porque no tuviera otro lugar a donde ir, sino porque había dado su palabra a una promesa.
-Ya he mandado más cartas a mi madrastra
-Vi que el juicio se llevó a cabo. Le dieron el perdón a tu padre. O bueno. Tu no padre. Tú me entiendes ¿no?
-No tienes por qué esforzarte. Además, les he confesado la verdad a ellas sobre lo que mi madre hizo. Apuesto que están ansiosas por reunirse todos nuevamente. Son una familia después de todo. Claro que ya no serán reyes, reinas o princesas, pero aún se tienen los unos a los otros. Son una familia -repitió - y así debieron permanecer siempre, desde el inicio hasta el final de sus días.
Arista sentía que jamás debió haberse involucrado en eso. -Puede que mi padre fuera un traidor. Traiciono a su reino al aceptar sobornos, y más cosas que afectaron a la riqueza del reino. Pero no fue un traidor con su familia. Incluso los ladrones tienen honor
-No creo que esa última frase tenga realmente sentido...
Arista solo le sonrió – yo tampoco
-Se que Mary se quedó en la corte del rey de Occidente también
-Según Elian informo, Karim no la quiere en su reino. Aunque le ha dado las gracias por todo. Aunque ahora tiene sentido porque el rey de Occidente fue capaz de desprenderse de ella. Mary era su mano derecha. Así como Elian es la de Karim. Y como era su hijo, la presto sin dudarlo. -suspiro -Aunque ahora que recuerdo, Elian le está enseñando a Karim a controlar su nueva magia. Tanto así como tú la mía.
Fell estaba por hablar, pero otra voz lo hace primero impidiendo que sus palabras cobraran vida
-Y hablando de manos... -Alice entra a la estancia con un pergamino largo lleno de cosas escritas. Primero mira hacia Fell – Karim ha mandado a decirte de nuevo que más vale que estes cuidando muy bien de Arista, o de otro modo perderás la otra mano
Eso de la mano casi se había vuelto un chiste local
-¡Ja! Si supiera que ya tengo mi mano de regreso. Ya tengo las dos. Ya quiero ver su cara cuando la vea. Ahora le será más difícil llegar a cortarme alguna de ellas. Y si pasa, Arista me las puede devolver en cualquier momento
Ella lo miro poco impresionada – ya te dije que dejes de fiarte de mí para esas cosas. Ese día lo hice de manera inexperta. Luego de un año he descubierto que requiere de mucha energía mágica. Eso me drena. Estuve agotada por un mes luego de aquello.
-Aun así. -rio
-Como sea – suspiro
-Mi reina, más tratados a leer- le estiro Alice ahora mirándola a ella.
-¿Es que esto no para...?- se quejó crédula
-¡Bajen a cenar ya!- la voz de Camelia se escuchó de fondo más allá de las escaleras - ¡Ahora!
Alice voló al piso inferior dando saltitos, mientras Fell y Arista se pararon para empezar a caminar a su encuentro, ella estaba por descender cuando este la detuvo
-Arista, tengo algo que decirte antes
-¿Qué?
-Toma -le tiende una bellota
-¿Qué es esto?
-¿Qué no has estado aprendiendo nada en las clases que te dan aquí?
Ella se encogió de hombros- eh... ¿me estas proponiendo sembrar un árbol juntos?
-No- negó y suspiro – esto se da cuando se libera a alguien de una promesa. Se regala una fruta
-¿Me estas liberando de una promesa?
El la mira algo decaído -sé que a pesar de que lo intentas, algo te falta.
-¿Qué?
-No eres del todo feliz aquí. Y sé que la razón de eso; es el
-El no ha venido a buscarme y ya no tiene ningún interés en mi -contesto enseguida subiendo sus defensas al corazón.
-Sabes que eso no es cierto. Si fuera así, no me mandaría amenazas cada dos por tres sobre ti. Y tampoco mandaría al perro de Elian a reportarse contigo cada mes. El aun te ama, y eso es evidente
-Me dejo libre.
-Para que tú lo eligieras a él. No te echo. Solo te dio libertad para hacer lo que quieras
Y ahí estaba la trampa. -¿Qué estas tratando e decirme?
-Que debes vivir una vida sin arrepentimientos, Arista. Si quieres arriesgarte. Hazlo. Es mejor arriesgarse y perder que no haberlo intentado nunca. Este es tu trono y te estará esperando las veces que sea necesario en idas o vueltas. Nosotros tres siempre estaremos siempre aquí para ayudarte y cubrirte.
-...
-Yo solo cumplo mi parte, Arista. Lo que tú quieras hacer después de esto. Es decisión tuya.
Entonces Fell se da media vuelta para seguir avanzo, pero en cosa de milisegundos ella tomo su decisión
Su mano se cierne al final de su manga deteniéndolo- pienso que, Karim y yo solo fuimos daño colateral. Pagando por los errores de nuestros padres. -lo miro -pero no somos nuestros padres
-Arista, yo...
-No habrán idas y vueltas Fell -confeso – no. -luego ríe – Pienso que el destino es una cosa asombrosa. Tú mismo lo dijiste. Dijiste que tu serias uno de los últimos en ocupar el trono de Fairy. Tu tía, tu prima, tus padres, tus hermanas. Todas ellas tendrían que haber pasado de el para que tu pudieras ocupar la corona, y sin embargo aquí estas. Incluso después de aparecer la heredera. Estaba en tu destino ser su rey.
-¿Qué?
-No importa que tanto cambien las cosas. Nadie puede quitarte algo que nació para ser tuyo.
-¿Qué estas tratando de...?
-Primo, -lo llamo – te estoy cediendo el trono de Fairy. Tu eres, has sido, y serás el rey de las hadas por siempre.
Y por fin lo entendió.
Porque ella, no volvería.
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El rey me hizo su reina
FantasyLa princesa Arista jamás se había sentido como alguien afortunada. Era una princesa bastarda, no deseada, y odiada. Maltratada tanto por su madrastra como por sus hermanastras. El destino de su reino estaba marcado por la mano del rey Karim. Un homb...