Pasaron unos meses y llegó el mes de mayo, trayendo consigo una serie de cambios y nuevas dinámicas en el grupo.
Ariana comenzaba a integrarse mejor con los chicos, aunque de vez en cuando tenía desacuerdos con las chicas. Renata y Leandro habían empezado a salir, disfrutando de los primeros días de su relación. Por otro lado, Melissa se había enamorado de Michael, pero aún no encontraba el valor para decírselo.
Fercho mostraba interés por Ariana, aunque ella parecía no notarlo. Franco, a pesar de su timidez, empezaba a engancharse con Sabrina y se había unido al equipo de rugby del colegio, encontrando en el deporte una nueva pasión. Valentín y Devi se mantenían como mejores amigos, disfrutando de su compañía sin complicaciones.
Malena, Fátima y Tortuga se habían convertido en los mejores amigos, siendo los más pequeños del grupo y destacándose por sus ocurrencias y travesuras.
Azul se había vuelto más independiente y solía juntarse con las más grandes del hogar, quienes la trataban como una igual y le tenían mucho cariño.
En ese día especial, Azul y sus hermanos cumplían 15 años. Los mayores del hogar les estaban organizando una gran fiesta de cumpleaños para celebrar esta importante etapa en sus vidas.
Los preparativos estaban en pleno apogeo. Globos y serpentinas adornaban la sala, mientras una mesa larga se llenaba de comida y dulces. Los niños mayores se encargaban de los detalles, asegurándose de que todo estuviera perfecto para la fiesta.
- ¡Esto va a ser increíble! - exclamó Sabrina mientras colgaba más decoraciones.
- Azul y sus hermanos se merecen una fiesta espectacular - añadió Renata, colocando con cuidado una guirnalda de "Feliz Cumpleaños".
Mientras tanto, Azul, inconsciente de la sorpresa que se armaba, era distraída por Sol, quien la había llevado de paseo al centro comercial del barrio. Aunque le faltase la vista, Azul la estaba pasando bien.
Se compró ropa, juguetes, golosinas y zapatos nuevos, dado que los suyos ya le quedaban chicos. Sol la guiaba de tienda en tienda, asegurándose de que Azul tuviera todo lo que necesitaba.
- ¡Me encanta este vestido! - exclamó Azul al tocar la suave tela de un vestido azul claro que Sol le describía con detalle.
- Te va a quedar hermoso, Azul. ¡Y justo a tiempo para la fiesta de esta noche! - dijo Sol, sonriendo.
- ¿Fiesta? ¿De qué hablas, Sol? - preguntó Azul, curiosa.
- Nada, nada, solo decía que te va a encantar cómo te ves con ese vestido nuevo - respondió Sol con una sonrisa divertida.
Al mismo tiempo, Franco y Valentín eran distraídos por Gustavo, su abuelo que los había llevado a una feria de videojuegos. Allí vieron las novedades más divertidas y también los videojuegos más clásicos.
Los colores vibrantes y las canciones típicas de videojuegos sonaban a pleno y los muchachos hablaban alegres.
- A mí me re copa Free Fire - dijo Franco animado.
- Yo soy más de carreras de auto, me encanta Need for Speed - anunció Valentín alegre.
Gustavo, observando a sus nietos con una sonrisa, agregó:
- Les apuesto que no pueden vencerme en Pac-Man - retó con una risa.
- ¡Vamos a ver! - respondieron ambos chicos al unísono, dirigiéndose a la máquina de Pac-Man para aceptar el desafío.
Mientras tanto, en el hogar, la fiesta estaba a punto de comenzar. Los invitados empezaban a llegar, llenando el ambiente de risas y charlas animadas. Renata y Leandro se encargaban de recibir a todos, mientras Melissa, aún indecisa, miraba de reojo a Michael, esperando el momento adecuado para hablar con él.
