Sol quedó pensativa ante la idea de Tortuga. Aunque sonara descabellada, algo en su interior se aferraba a esa posibilidad. Después de todo, la historia de su familia había estado llena de eventos inexplicables.
— No sé, Tortuga — respondió finalmente. — Suena muy fantasioso, pero a veces la realidad supera la ficción.
Marcos se acercó al grupo, interesado en la conversación.
— ¿De qué están hablando? — preguntó, curioso.
— De que tal vez el alma de papá está en otro lugar, como en "Casi Ángeles". — explicó Franco.
Marcos frunció el ceño, considerando la idea.
— ¿Y qué haríamos si fuera así? ¿Cómo lo traemos de vuelta?
Sol suspiró, sintiendo el peso de la pregunta.
— No lo sé. Tal vez no podemos hacer nada más que seguir cuidándonos entre nosotros y esperando que algún día él regrese. Pero mientras tanto, tenemos que ser fuertes.
Abril miró a Marcos con una mezcla de desafío y esperanza.
— Podríamos investigar más sobre el portal. Tal vez haya alguna pista que no hemos visto.
— Sí, podríamos intentarlo. — respondió Marcos, animado por la posibilidad.
Mientras tanto, Azul se había quedado pensativa, mirando a Sol.
— ¿Crees que podríamos encontrar a mamá Belén también?
Sol se arrodilló frente a Azul y le tomó las manos.
— No lo sé, Azul. Pero te prometo que haremos todo lo posible por descubrir la verdad.
En ese momento, Valentín, que había estado escuchando en silencio, dio un paso adelante.
— Si hay algo que podemos hacer, yo también quiero ayudar. No quiero que sigamos perdiendo a nuestra familia.
Sol sonrió con tristeza pero también con una nueva determinación.
— Vamos a hacerlo juntos. No sé cómo, pero encontraremos una manera.
Marcos asintió, mirando a los niños con seriedad.
— Somos una familia y juntos podemos enfrentar cualquier cosa.
Los niños asintieron, sintiendo la fuerza de la unidad que los rodeaba. Sol miró a cada uno de ellos, sintiendo una renovada esperanza.
— Vamos a empezar por buscar más información sobre el portal y ver qué podemos encontrar. Pero por ahora, vamos a disfrutar de esta noche juntos. Nos tenemos los unos a los otros, y eso es lo más importante.
Los niños asintieron, sonriendo con renovada esperanza. Sol se levantó y miró a Marcos.
— Mañana empezaremos a buscar. Pero esta noche, celebremos el amor y la familia que tenemos.
Marcos asintió, y los dos se unieron a la celebración, sabiendo que, pase lo que pase, enfrentarían el futuro juntos.
Al otro día mientras los niños estaban en el colegio, los adultos estaban reunidos estudiando el libro de Casi Angeles, “El.HombrevDe Las Mil Caras” encontraron el dicho capítulo mencionado por tortuga y todos lo leyeron juntos. Luego Abril levantó su mano y sus ojos estaban iluminados.
— Encontré algo. Acá dice que Nico estaba preso en Eudamon porque Cielo lo extrañava y no conseguía soltarlo.
— A lo mejor le pasa igual a mamá Belén, yo puedo hablarle por la ventanita. — Sol levantó su mano.
