Cap 13

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La idea de la fiesta del Día del Niño trajo una oleada de entusiasmo al Rincón de Luz. Todos los niños y adultos comenzaron a prepararse con anticipación, compartiendo ideas y trabajando juntos para hacer de ese día algo inolvidable.

Los días previos a la celebración estuvieron llenos de actividad. Vale y Azul lideraron el grupo de decoración, llenando el jardín con globos coloridos, guirnaldas y carteles pintados a mano con mensajes de amor y esperanza. Sol y Marcos se encargaron de organizar los juegos y las actividades, mientras Abril y Gustavo supervisaban los preparativos de la comida, asegurándose de que hubiera suficiente para todos, incluyendo los niños del barrio que fueron invitados.

Piojo se quedaría encargado de los juguetes y la música. 

El entusiasmo era palpable. Los niños del orfanato, muchos de los cuales habían llegado al Rincón de Luz con heridas emocionales profundas, comenzaron a mostrar una nueva energía. Sabían que esta fiesta no era solo un evento, sino un símbolo de la nueva vida que estaban construyendo juntos.

El día de la fiesta llegó con un sol radiante. El jardín se llenó de risas y música desde temprano. Los niños del orfanato, junto con sus nuevos amigos del barrio, corrían de un lado a otro, participando en juegos de carreras de sacos, tiro al blanco, y pintacaras. Había un ambiente de celebración pura y sincera, como si por un día todos los problemas se hubieran desvanecido.

Azul, guiada por Vale, exploraba cada rincón del jardín, disfrutando de la fiesta a su manera. Aunque no podía ver las decoraciones, podía sentir la alegría en el aire, y eso le bastaba. Vale, por su parte, no se separaba de Azul, asegurándose de que su amiga se sintiera incluida en cada momento especial.

Sol y Marcos, con sonrisas de satisfacción, observaban desde la distancia, orgullosos de lo que habían logrado juntos. Se dieron cuenta de que, aunque las heridas emocionales no sanan de la noche a la mañana, estos momentos de felicidad eran un paso importante en la dirección correcta.

En medio de la celebración, Abril organizó una actividad sorpresa: una piñata gigante en forma de estrella, llena de dulces y pequeños regalos. Los niños se turnaron para intentar romperla, riendo y animándose unos a otros. Cuando finalmente se rompió, una lluvia de caramelos y juguetes cayó sobre ellos, desatando una euforia colectiva.

Valeria y Azul, abrazadas, recogieron sus dulces con una mezcla de emoción y alegría. Por primera vez en mucho tiempo, Vale se sintió parte de algo más grande, parte de una familia que la aceptaba tal como era.

Mas tarde, cuando los niños habían guardado sus dulces, una nueva actividad había empezado, Abril con su risa contagiante, se paró delante del escenario improvisado y empezó a hablar.

— Ahora, damos inicio al karaoke, quien se anima a ser el primero? 

Los chicos se miraron animados y Malena fue la que salió primera junto a Fátima y Marina, una de las vecinillas del barrio que era amiga de las nenas del hogar. 

Con su autoconfianza y su alegría Malena tomó el micrófono y empezó a cantar y disfrutar de la energía contagiante de sus amigos.

Malena:
Hoy puedo ver que el amor
Siempre está a mi alrededor
En cada rincón

Hoy junto a ti yo
lograre cambiar odios y rencor
En mi corazón

Por que es tiempo de cambiar
al mundo juntos tu y yo woo
Descubrir que no es difícil
basta que lo quieras lograr

Malena, Fátima y Marina: 
Donde estas? que pasó?
Vamos juntos a lograrlo
vamos ya a sembrar el amor
Que entre todos somos uno de verdad
Vivirás la emoción de sentirte
diferente solo así tú podrás alcanzar lo que siempre te propongas, ya
llego la hora de actuar.

CHIQUITITAS 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora