Franco escuchó las palabras de Cris y, por un instante, dudó. La posibilidad de que su intento por traer a Abril al otro universo pudiera salir terriblemente mal era algo que no había considerado en su totalidad. Aún así, la idea de arriesgarse por un cambio tan profundo lo mantenía firme en su decisión.
— Lo sé, abu, sé que es riesgoso — respondió con una calma inusitada. — Pero creo que es un riesgo que vale la pena correr. Si existe una mínima posibilidad de que mamá Belén y la paz del Hogar Mágico puedan ser salvadas allá… quiero intentarlo.
Cris lo miró en silencio, asimilando la convicción que irradiaba su nieto. Sabía que en el fondo, él no solo estaba buscando salvar el pasado, sino también construir un futuro mejor para todos aquellos que amaba. Quizá ella misma, en su juventud, habría sentido el mismo impulso. Pero también conocía el precio de desafiar al destino.
— Está bien, Franco — dijo finalmente, con una mezcla de resignación y esperanza. — Pero no lo hagas solo. Si vamos a desafiar algo tan grande, quiero que lo hagamos juntos. No quiero que pongas en riesgo todo sin tener el apoyo de quienes están aquí para ti.
Franco sonrió al escuchar a su abuela. La idea de contar con su apoyo en esta misión le dio la seguridad que necesitaba para avanzar, sin importar cuán incierto fuera el camino.
— Gracias, abu — respondió, con gratitud en su voz. — Y aunque no sepamos lo que va a pasar, saber que no estoy solo hace toda la diferencia.
Ambos se miraron en silencio, sellando una especie de pacto. Por primera vez en mucho tiempo, Cris sintió que quizá, solo quizá, el amor y la valentía de su nieto lograrían desafiar las reglas del universo.
Al otro día, estaban todos reunidos ensayando para cantar en la junttada. El ambiente estaba animado y los enanos estaban muy felices con la idea de cantar en vivo y sorprender los actores del reparto.
Sabrina, entretanto se dio cuenta de que su Franco estaba algo ofuscado y lo llevó para una charla privada.
— ¿Que te pasa, nene?
— Nada.
— ¿Estás inseguro por la presencia de Fach?
— No puedo mentir, pero no es solo eso.
— ¿Y que es entonces?
— Escuché una charla suya con Valeria, los dos charlaban acerca de la tía Abril, la charla fue bastante rara.
∆∆∆
Fach entraba en el Rincón De Luz, llegando allí, fue recibido por Vale que lo miraba de boca abierta.
Ese miró a la nena que tenía su cuaderno en manos.
— ¿Y vos quien sos?
— Bueno, lo mío es largo de explicar, pero me podés decir Fach. — el chico la miro.
— ¡Venís de otro universo!
— ¿De que estás hablando enana?
— Estás en mis cuentos Fach, sos el hijo de Belén y Alejo que vino a sacar al rubio del flikiti dormilón y allá en tu lado Florencia y Máximo existen en serio y la que hace de Margarita es literal la princesa de Krikoragan. Ella es Margarita Anna Calderón Dé La Hoya Santillan. — Vale reveló. — Escribo cosas que se hacen realidad y tu mamá también lo hacía.
— ¿De que hablas, nena?
— De que Abril no existe en tu universo, pero acá ella y Marcos cobraron vida porque Belén en sus ratos libres escribió una novela entera donde tu abuela se embarazaba y tenía a Abril mientras tu otra abuela Elizabeth Calderón Dé La Hoya que era gemela de la madre de Máximo tenía un hijo llamado Marcos. Lo que significa que acá ella sabía lo del portal y para no causar sufrimiento a tu familia ella hizo que Abril cobrara vida pero con eso, mitad de su alma reside en el cuerpo de Abril. — Vale soltó su lengua y empezó a mover sus manos frenéticamente. — Pero tu tía Abril no sabe de eso y ni lo puede saberlo porque eso le haría agarrar un flikiti existencial y ella ya tiene muchos de esos flikitis, prométeme que eso no va a salir de acá.
