María Cristina asintió con una sonrisa, apreciando la sugerencia de su nieta.
— ¡Claro que sí! Será una tarde genial. Vamos a buscar a los chicos y luego nos dirigimos a la heladería. Estoy segura de que les encantará la idea del karaoke.
Azul se levantó de su silla, emocionada por pasar más tiempo con su abuela y con sus amigos.
— ¡Sí, vamos! Estoy ansiosa por cantar algunas canciones y pasarla bien junto con mi gente.
La peluquera terminó de trabajar en el pelo de María Cristina, quien se levantó de su asiento y se despidió con un agradecimiento. Juntas, Azul y su abuela salieron de la peluquería y se dirigieron al hogar donde estaban los demás niños.
Al llegar, encontraron a los chicos listos y entusiasmados para unirse a la salida. Azul les contó sobre la idea del karaoke y todos se emocionaron aún más.
— ¡Eso suena increíble! ¡Vamos todos! — exclamó Franco, liderando el grupo.
— Yo voy a cantar una ranchera igual las de cuando yo vivía en el campo. — Renata habló contenta.
— Y yo cantaré un rock de soda Estereo. — Mauro levantó la mano.
— Yo cantaré algo más lento. — Devi sonrió.
— Y yo cantaré algo de Shakira. — agregó Sabrina.
En eso entró una niña rubia pequeña en el hogar, estaba vestida con un vestido celeste y junto a ella estaba una mujer morocha de pelo rizado.
— ¡Jimena! — Franco saludó a la mujer, que resultaba ser su hermana adoptiva y una chufa de la generación de 1998.
— Fran, chicos, en qué estaban?
— Estamos armando para ir de joda en el karaoke. — Valentín explicó animado.
— Ay yo me sumo, ahí cantaré la canción de Frozen. — Malena, que era la nena rubia que había llegado con Jimena miró a los chicos. — Hola soy Malena.
— Hola Male. — saludaron todos en unísono.
— Lo que está pasando acá es lo que estoy pensando? — Malena preguntó curiosa.
— ¿Y que estás pensando enana? — Valentín la miró curioso.
— Que al fin volvió a abrirse Rincon De Luz al igual que el antiguo de cuando estaba mamá Belén? — a la niña le brillaron los ojos.
— Así es hija, se volvió a encender una lucecita y se abrió Nuestro Rincón De Luz y ahora yo, la abuela y la tía Abril estamos poniendo nuestras mejores energías para que Rincón De Luz sea realidad, y también está la tía Mili en eso. — explicó Sol.
— ¡Ay, yo también quiero ser chufa de Rincón De Luz y poner el uniforme ese igual al de los chicos! — Malena exclamó animada mientras miraba a su madre.
Sol sonrió al escuchar la emoción de su hija y asintió con cariño.
— Claro que sí, Malena. Será maravilloso tener a otra chufa en Rincón De Luz. Seguro que te quedará genial el uniforme.
Los niños se emocionaron al escuchar sobre la reapertura de Rincón De Luz y la posibilidad de que Malena se uniera a la pandilla.
— ¡Sí, sería genial tener a Malena con nosotros! — exclamó Devi con entusiasmo.
— ¡Claro que sí! ¡Bienvenida a la pandilla, Malena! — agregó Sabrina, sonriendo.
— ¿Podremos tener nuestro propio karaoke en Rincón De Luz? — preguntó Malena, con los ojos brillantes de emoción.
