CAPÍTULO 25: "BESAME"

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Sus manos se envolvieron alrededor del cuello del contrario obligándose a estar mucho más cerca mientras que él la abrazaba por la cintura con firmeza para ayudarla a mantener el equilibrio de mejor manera. Ella había bebido varias copas demás con la excusa que no pasaría nada, que eso no le hacía efecto para nada y ahora apenas podía mantener el equilibrio.

Se encontraban dentro de una habitación de la gran mansión de Thomas intentando que ella descansará un poco o que almenos pudiera caminar sin problemas. Necesitaba un descansó de los tragos y el ojiverde lo sabía, por eso la había acompañado hasta un cuarto, esperando que se recostara un momento.

Una risa nerviosa y algo torpe escapo de entre los labios de la ojiazul al darse cuenta de lo cerca que estaban en ese instante.

—Me miras mucho.—Murmuro suavemente mientras acariciaba el cabello rizado del contrario. Sus ojos lucían más brillantes de lo usual y eso le gustaba tanto.—¿Por qué?—Pregunto seriamente. No terminaba de entender lo que la mirada del contrario le generaba.. porque no se sentía como con Tom, pero tampoco era algo malo, solo un poco extraño.

—Porque eres hermosa. Todo el mundo te está mirando siempre.—Respondió con una sonrisa.—Debes estar acostumbrada a esto.

Negó en silenció.—No creo que eso sea así. Nunca nadie me miro como me miras tú y estoy muy segura de eso, Ojitos.

—¿Y como te miro?

Ella cerró sus ojos al escucharlo apoyándose en su pecho para romper del todo el contacto visual que estaban teniendo porque los nervios se estaban apoderando de su cuerpo a pesar del alcohol. No estaba segura de ser sincera, pero no podía controlar sus palabras en ese momento.

—Con amor.—Murmuro aún manteniendo sus ojos cerrados y su frente apoyada en su pecho.—Brillan tanto cuando me ves. Lucen incluso mucho más verdes de lo normal, es sorprendente.—Aseguró aferrándose a la cintura del contrario.

—¿Y como sabes que es con amor?

—Solo lo sé.—Contesto volviendo a mirarlo con una pequeña sonrisa. No le diría que sabía que era amor porque ella miraba de esa forma a Thomas y todos le decían lo mismo.—Es una mirada especial. Es bonita.

—Tú eres bonita.—Aseguró apoyando su mano áspera sobre la cálida mejilla de la contraría, dejando suaves caricias sin romper su contacto visual.—Demasiado bonita.

—Besame.—Pidió acercándose un poco más al rostro del contrario. Él simplemente obedeció acortando toda distancia entre ellos formando un cálido beso. Un beso que estaba esperando hace demasiado tiempo.

El beso comenzó siendo uno suave y dulce donde él intentaba decirle todo lo que sentía por ella y que no era capaz de decir con palabras, pero poco a poco la castaña se encargo de subir el tono del mismo. Lentamente él se encargó de guiarla hasta un pequeño escritorio que había en el cuarto y la subió sobre este, sin perder la cercanía que tenían, de un momento a otro, sus manos se mintieron bajo la falda de la castaña, permitiéndole acariciar sus muslos con delicadeza.

—No.. no.. espera.—Murmuro alejándose un poco de ella, quitando sus manos de aquel lugar. Iris lo miro algo sorprendida y sin entender que había pasado.—No podemos seguir con esto, Bonita. No es el momento.—Le explicó intentando regular su respiración agitada.

—¿De qué hablas?—Pregunto aún sintiéndose confusa. Todo estaba yendo de maravilla.—¿Qué ocurrió?—Le consulto.

—Estas borracha, Iris. No voy a hacerlo contigo en este estado.—Aclaró alejándose por completo. Se sentía estúpido por casi olvidarse de eso y dejarse llevar por la situación.—Quiero que estés segura cuando suceda y no solo hacerlo porque si.

—Pero si quiero, Theo.

—No lo sabes, tal vez mañana en la mañana te arrepientas. Bebiste demasiado ahí abajo.—Le recordó. Ella arenas podía mantenerse en pie a pesar de hablar con claridad.

Suspiro.—Supongo que es hora de irnos a casa, ¿No?

—Si, será lo mejor. Tienes que descansar un poco.

Le sonrió.—Gracias.

—¿Por qué?

Pregunto confuso antes de ayudarla a bajarse del escritorio con cuidado para que no perdiera el equilibrio por su torpeza y los tacones.

—Por cuidarme.

—No debes agradecerme nada, es lo mínimo que puedo hacer.—Murmuro suavemente.

—De todas formas quería agradecerte.. no todos son así.

—Yo te cuidare siempre, Iris.



















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