CAPITULO 40: "IRIS.. LO SIENTO.."

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Eran exactamente las siete de la mañana cuando las puertas del Garrison se abrieron dándole paso a la joven de ojos azules, la cual lucía agotada. Thomas, quien se encontraba junto a la barra no dudo un segundo en acercarse a ella al ver lo preocupada que lucía.

—¿Estas bien, Iris?—Pregunto apoyando su mano en el hombro de la contraria, guiandola a una mesa para que tomara asiento.—¿Sucedio algo?—Consulto y en ese momento entraron sus hermanos al lugar.

—Luces terrible.—Especto John, recibiendo una mala mirada por parte de Thomas y un golpe en la nuca por parte de Arthur.—Lo siento, ¿Qué sucedio? ¿Paso algo malo?—Pregunto rascándose la nuca con nerviosismo. La castaña le sonrió débilmente.

—¿No han visto a Matt? Anoche discutimos y dijo que saldría a caminar, pero no volvió a casa todavía.—Musito explicando la situación. Arthur y John, se miraron para volver a mirarla a ella con el ceño fruncido.

—¿No volvió a casa?—Pregunto, John. Esperando que no sea cierto lo que estaba pensando.

—No, lo he estado esperando toda la noche.. —Admitio.—Estoy preocupada, no conoce la ciudad ¿Y si le hicieron daño, Tom?—Pregunto mirándolo con los ojos cristalizados.

—Tranquila, iremos a buscarlo.—Aseguro, John. Arthur le dio la razón y juntos se fueron.

—Lo encontraran rápido, tranquila. Seguro estará en algún pub.—Le dijo intentando tranquilizarla de algún modo.—Deberias volver a casa.

No quería ser grosero con ella, pero odiaba la idea de verla tan preocupada por otro hombre. La castaña solo asintio antes de levantarse de su asiento lista para retirarse.

—¿Quieres que te lleve?—Pregunto cuando ella estaba cerca de la puerta. Se giro para mirarlo y aunque dudo, término asintiendo.

—Si, por favor.

Se sentía mal.

El ojiazul asintió levemente guiándola hasta el auto. Comenzo siendo un viaje silencioso, pero ambos estaban cómodos con la compañía del otro y eso hacía que no fuese incomodo. La castaña iba mirando el camino, disfrutando del aire fresco que golpeaba su rostro haciéndola sentir mejor.

—Frena el auto, Tom.—Musito de la nada, golpeando el brazo del hombre a su lado.

—¿Qué?

—Que frenes el auto.

Repitió con más firmeza para acto seguido bajarse del auto. Thomas, se bajo, siguiéndola. No entendía que había visto.

—Iris.. ¿Qué pasa?—Su pregunta quedo en el aire cuando vio a Victoria siendo sostenida de la cintura por Arthur fuera de unos apartamentos, fuera del apartamento de Lizzie.

—Vic, tranquila.—Murmuro la castaña acercándose a la menor haciendo que Arthur la suelte para sostenerla ella de las manos.—¿Qué pasa?—Pregunto mirando la puerta abierta de aquel lugar que no conocia.

—John, tráelo aquí.—Exigio la menor con molestia soltándose de su hermana para acercarse al lugar. Minutos después apareció John por el pasillo de la casa empujando a Matt que iba prendiendose la camisa.—Ven y explicale a mi hermana, lo mierda que eres.

—¿Qué?—Murmuro confusa, pero todo se explicó cuando vio a Lizzie apoyada en el marco de la puerta mientras fumaba un cigarro, luciendo totalmente despreocupada.—Oh.. Ya veo.—Susurro sintiendo la presión en su pecho.

—Iris.. Lo siento..—Susurro el neoyorquino mirándola con arrepentimiento, pero ella le dio la espalda ignorandolo por completo.

—Vamos a casa, las llevaré.—Intervino Tom apoyando su mano en la espalda baja de la ojiazul para así guiarla nuevamente al auto junto a la pequeña Victoria.

Iris se dejo guiar, sin decir nada porque aun lo estaba procesando.

¿Era real?

¿Matt también le había fallado cuando juro no hacerlo?

Quería que todo fuese un mal sueño.

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