Reflejo del Destino

~Capitulo 8~

Recuerdo cuando estaba pequeña y la amiga de mi madre Amelia nos visitaba con su hija Kim que tenía mi misma edad, recuerdo que siempre jugábamos y nos divertimos en el patio trasero, corríamos por toda la casa, pero no podíamos hacer tanto esfuerzo ya que Kim estaba enferma, tenía cáncer de médula y se agotaba cada vez más en cualquier actividad que hacíamos, los días seguían pasando y no encontraban a un donante, su mamá no era compatible, le hicieron varios estudios pero ya era demasiado tarde, ya no había nada que hacer. De repente Kim ya no estaba en este mundo.

Me llega el recuerdo de repente y con los ojos aguados todo transcurre de manera rápida, los pitidos de la ambulancia, la policía llegando al lugar, el chico sin nombre está dando las declaraciones de lo que alcanzamos a ver. Y yo no digo palabra alguna porque tengo un nudo en la garganta que no me deja hablar.

Paso toda la noche en vela en mi casa y aunque mi abuela está al otro lado de la habitación no puedo estar segura ni en mi propia habitación, llame a la abuela porque no quería estar sola y no quería tampoco molestar a Tamara, ya mañana le contaré lo que paso.
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A la mañana siguiente me siento como si no hubiera dormido en todo un año, con unas ojeras tremendas que trate de ocultar lo que más puede y me deje el cabello suelto para ocultar mi rostro de cansancio. Mi abuela me trajo a la escuela y antes de entrar me encuentro con una Tamara enojada y ofendida haciendo su típica cara de drama.

- Porque no me dijiste lo que ocurrió – trato de no mirarla fijamente, la cabeza me va a estallar.

- Se dice hola buenos días, como estas, que bueno que estás bien  – me burlo a modo de broma para quitar tanta tención pero no funciona, ella me sigue mirando muy furiosa.

- A caso te volviste loca? Estuviste en peligro y no me avisaste, ni siquiera para que te hiciera compañía anoche -me sigue regañando elevando un poco la voz llamando la atención de varias personas.

- Tranquila, mira estoy completa no me paso nada malo, además… - paro en seco y caigo en cuenta de como Tamara se enteró de lo que paso y le pregunto- y tu cómo sabes lo que paso ayer?.

- Lo colocaron en el Blog de noticias de la escuela, sabes que hay ojos y oídos por todas partes. – comenta un poco mas calmada y comenzamos a caminar para entrar al cole.- ese block de chismes ya parece Gossip Girl pero en versión pésima, lo hace mejor Dan Humphrey además aquí ya sabemos quiénes son los chismosos del anuario. – comenta con rabia y a mí ya me está colmando la paciencia ese grupito que se mete en la vida de todos.

Tan solo llegar a la entrada de la escuela los del anuario me acechan con preguntas y uno me empieza a tomar fotos con una cámara de flash y me deja unos segundos ciega, Tamara trata de ahuyentarlos y de repente escucho su voz a mis espaldas.

- No tienen nada mejor que hacer – dice con autoridad poniendo nerviosos a los chicos que me están rodeando – busquen de que hablar en otro lado – los mira de manera intimidante y estos salen corriendo sin mirar atrás.

- Y no vuelvan a molestarnos más! – mi amiga les grita sacando su dedo corazón. – oye gracias por quitarnos de encima a esas hienas venenosas – dirige su mirada al chico sin nombre.

- Solamente estoy haciendo mi labor – me guiña un ojo con media sonrisa. Mete sus manos a los bolsillos de su chaqueta de cuero y lo vemos desaparecer por el pasillo.

Corremos a nuestra clase , el timbre suena y la maestra de química nos cierra la puerta en la cara. “Genial llegamos Tarde” Gracias idiotas del anuario.

La maestra nos dio una citación y llevarla a la dirección para recibir el castigo por la llegada tarde. Menos mal nos dejó entrar para entregar el proyecto que teníamos para hoy y como siempre la calificación fue de 10 pero eso no quita el hecho de quitarnos el castigo. Eso significa todo el día en la escuela.