Reflejo del Destino

~ Capitulo 60 ~

Hoy era el día…

El día de la graduación…

El día de la presentación…

Tamara y yo nos encontramos en mi casa ya que les dijimos a los chicos nos surgieron que nos viéramos directamente en la escuela, lo que causó bastante curiosidad pero lo deje pasar ya que Matt y Leo me prometieron estar en primera fila para mí presentación, de tan solo pensarlo me entra la ansiedad de no poder hacerlo bien…

Me encuentro mirándome en el gran espejo que tengo en la habitación, con el vestido que escogió Tamara para mí aún encima de la cama aguardando a que yo me lo ponga y como este año no hubo baile de graduación por todo lo que está pasando, le di la oportunidad a ella para que me vistiera y deslumbra está noche, me miro detalladamente cómo quedó la cicatriz del hombro que desciende por todo mi brazo hasta llegar a mi codo, no había tenido la valentía de mirar la cicatriz y no se ve tan mal como me lo esperaba pero si es bastante escandalosa porque es demasiado grande, es una cicatriz que me dejara marca por el resto de mi vida.

Nerviosa le doy vueltas a la pulsera que me obsequió Matt tocando los dijes cuidadosamente, y no me doy cuenta en que momento se me empezaron a derramar algunas lágrimas que corren por mis mejillas, no quiero ir a mi graduación y me rio de mi misma porque he estado esperando este momento toda mi vida y es ilógico pensar en el hecho de que hoy algo terrible va a estar por suceder y tengo que estar precavida por lo que pueda pasar, pero sé que Matt va a estar a mi lado y me va a proteger. Se supone que este día debería ser especial, alegre y un tanto nostálgico pero no lo es. Lo único que siento es pánico y miedo.

- No te has cambiado aún – llega Tamara irrumpiendo mis pensamientos.

- No…- susurro.

- Pero linda estás temblando, que pasa – me dice con dulzura mientras me rodea con sus brazos y recargado la cabeza en su hombro.

- Tengo miedo – digo en un hilo de voz – tengo el pálpito de que algo terrible va a suceder en la graduación y… no se – me paso la mano por la cara.

- Escúchame Elena ten por seguro que nada malo va a pasar y vamos a estar bien en la graduación…además hoy es un día de celebración…nos graduamos amiga, hemos estado esperando este momento desde hace tiempo…¡por fin ya no vamos a librar de ese maldito lugar de mierda! – exclama eso último mirando hacia el techo.

- Lo sé y no sabes cuánto me alegra ya no tener que lidiar con los inmaduros de la escuela…

- Entonces por qué estás tan nerviosa? Si es por la presentación lo harás bien…

- No, no es por eso…- digo suspirando.

- ¿Entonces que es linda? – me quita los mechones de pelo que caen en mi rostro.

- Es…es la nota…

- La nota, ¿que nota? – rebusco entre mis jeans la nota que nunca saque de allí y se la pasó para que la lea.
Se sorprende al leer cada palabra murmurando hasta llegar al final mientras yo estoy caminando de un lado a otro jugueteando con mis dedos de las manos.

- Se puede saber por qué no me habías dicho nada? – dice fulminándome con la mirada.

- No te quería preocupar… - me siento en la cama moviendo mi pie del nerviosismo que tengo.

- Ey, oye, oye, no, nada de nerviosismo entendiste – llega a mi lado y me da palmaditas en la espalda – los chicos van a estar allí y nos van a proteger…ven aquí – me da un abrazo que me reconforta un poco – ahora ve a cambiarte que ya se nos está haciendo tarde.

- Se me olvidó decirte que luces bellísima en ese vestido – la halago sacándole una sonrisa.

- Gracias Elena – se separa de mi dándome un beso en la frente – pero en serio cambiaste ya.