Reflejo del Destino

~Capitulo 2~

Hoy ya es 31 de diciembre y con ello llegó el día de la dichosa fiesta a la cual estoy emocionadísima de ir, nótese el sarcasmo. Estoy en la cocina de mi casa preparando mi desayuno unas simples tostadas con mermelada de mora y un café sin azúcar recién hecho mientras reviso las redes sociales en donde no hay nada interesante que ver solamente los chicos de la escuela presumiendo sus vacaciones en Europa con sus dichosos lujos. Nosotros también somos de dinero y vaya que lo tenemos pero a mí nunca me ha gustado demostrar los lujos que tenemos.

Al salir de la cocina me dirijo al jardín a observar el día y respirar aire fresco, esta nevando un poco y me detengo a mirar un ser majestuoso de la naturaleza, un venado esta caminando con sus hermosas crías mientras buscan un refugio pero de repente salen corriendo al escuchar un ruido extraño proveniente del bosque que hay cerca de vecindario y yo también me asusto al escucharlo nuevamente y entro a la casa y cierro con pestillo la puerta, voy corriendo escaleras arriba a mi cuarto y me asomo por la ventana para saber de dónde provienen esos ruidos , cuando me detengo en una persona que lleva un gorro cubriéndole toda la cabeza y va todo de negro que lleva en su mano una bolsa con algo allí dentro y en la otra mano lleva un arma, de repente se me van todos los colores de la cara al ver un reguero de sangre de dónde provenía esa persona dejando un camino al descubierto libre de nieve.

Pasmada de lo que acabo de ver me voy a dar una ducha para despejarme y en el camino me encuentro a mi abuela que me observa con cara de preocupación y me dice.

- Estás bien cariño? Te noto algo tensa como si hubieras visto un fantasma.

Prácticamente es como si lo hubiera visto.

- No abuelita tranquila, es que esta haciendo demasiado frío y tal ves me quiera dar un resfriado o algo- le digo de manera pausada para que no se preocupe.

- Estás segura, no quieres que te preparé un té o algo en especial que quieras.

- No abue, gracias - le doy un abrazo y me dice- entonces ve y alistate para que me ayudes con los preparativos de esta noche.

- De acuerdo. - Pero caigo en cuenta que no le he dicho nada de la fiesta de esta noche. - y será que podría pedirte algo abue - le digo con ojitos tiernos.

- Y cual sería- me mira despectiva tratando de adivinar que es lo que le voy a pedir.

- Puedo ir con mi amiga está noche a la fiesta de año nuevo que están organizando los chicos de la escuela?

- En año nuevo. Una fiesta. Con chicos de tu escuela.

- Si, es solo un rato nada más. Por fa abuelita. Dime qué sí.

Después de convencer a mi abuela por mas de una hora para que me dejara ir accedió a darme el permiso pero con la condición de que tenía que estar antes de media noche en casa para celebrar año nuevo juntas.

- Ayyy gracias abuela eres la mejor del mundo. Te quiero mucho. - Le doy un abrazo de oso.

- Yo tambien te quiero muchísimo hijita, pero no se te olvidé llegar puntual y sin alcohol en la dichosa fiesta esa.- dice apartándose de mi yendo a la cocina.

Me quedo mirando a la nada analizado todo lo que acaba de pasar en un momento en donde no me puedo sacar esa imagen de la cabeza, como si se tratase de una película de terror pero es la vida real.

Tomo una ducha y me pongo ropa cómoda un pantalón y una sudadera ya que me dirijo a la cocina para ayudarle a mi abuelita a hacer la cena de año nuevo. Va a estar casi toda la familia reunida aquí en la casa excepto mi padre lo más probable es que esté en sus asuntos del trabajo.

La cena está casi lista donde hay un festín como para más de veinte personas ya que a mí abuela siempre le ha encantado cocinar para los demás ante todo cuando don fiestas y fechas importantes y siempre le gusta tener a la familia bien alimentada o por si llegan visitas inesperadas. Ella siempre es precavida para todo.