~ Capitulo 39 ~

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Ya me encuentro dirigiéndome a mi clase de piano, más bien “dirigiéndonos” porque los hermanos no me querían dejar sola con la niña y Tamara tampoco quería quedar fuera del plan, pero a decir ella quería estar más de cerca de Matt y Leo vigilando sus movimientos de manera sutil.


- Esta es mi parada, no vemos en un rato chicos, se portan bien.


- Elena no somos unos niños pequeños – me dice Tamara enojada – ya somos adultos.


- Aja si como no, ruedo los ojos bajándome del auto, es enserio no se vayan a sacar los ojos en mi ausencia.


- Y que vamos a hacer mientras? – se queja Tammy.


- No se, vayan al centro comercial que queda a unas pocas cuadras de aquí y por favor no le vayan a dar tanto dulce a la niña, eso la puede alterar – digo a modo de advertencia.


- Si mamá regañona – dice Tamara cruzándose de brazos.


- Bueno adiós.

- Espera, voy contigo – avisa Matt que se baja del auto de inmediato.


- No espera hermano, no me dejes solo con la fierecilla.


- No es para tanto es una niña, además tienes a Tamara, ella sabrá que hacer.


- Si bueno gracias – dice con ironía tocándose las sienes.


Los dejamos atrás y entramos en silencio a la academia, nos dirigimos a mi clase de piano y le pregunto a Matt:


- Y… que… - me aclaro la garganta – que piensas hacer en el tiempo que este en mi clase? – le pregunto un poco ansiosa.


- Mmm voy a estar observándote todo el tiempo – dice seriamente – y a juzgar si lo haces bien o mal.


- Que?! – el se empieza a reír como si todo fuera un chiste, suavizando sus facciones.


- Tranquila, relájate – y relajo mi postura – hubieras visto tu cara.
- Pues eso no fue gracioso- le doy un golpe en el pecho con mi codo.


- Aauch!! Oye eso sí dolió….
Entramos al salón y saludo a mi maestra Sonia.


- Hola querida Elena, como estás, ya te sientes mejor para retomar las clases? – me pregunta ella animada.


- Claro que si! Ya me siento mejor, los cambios de temperatura me ponen mala- le comento, aunque es una mentira piadosa por lo días que me he ausentado no me gusta mentirle a maestra.


- Veo que tienes compañía – señala a Matt


- Hola buen día, maestra – saluda él a mi maestra Sonia.


- Hola buen día jovencito. Y tu nombre es…


- Matteo Durant – le ofrece su mano y mi maestra la estrecha.


- Sonia, maestra de Elena de piano, un gusto conocerte.


- No te molesta que él nos acompañe el día de hoy?


- No querida para nada – le resta importancia – antes mejor que tengas audiencia. Necesitamos que tú presentación salga perfecta e impecable.


- Si señora – asiento dirigiéndome al piano.


Comencé mis lecciones del día de hoy y Matt se sienta en la otra punta del salón a curiosear por ahí.


Mi maestra me dice que tengo que afinar uno que otro de detalle cuando vaya a cambiar de ritmo y de hecho ya tenemos la melodía que voy a tocar el día del recital.

Reflejo del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora