Reflejo del Destino

Epílogo

Hay quienes dicen que tener un hermano en nuestras vidas es maravilloso ya sea menor o mayor que tu, porque nunca te sentirás solo y contarás con alguien que te apoye y escuche o tengas que asumir el rol de proteger tu propia sangre, por otro lado están los que dicen que tener un hermano es un pesadilla, es como convivir en el mismísimo infierno porque aunque seas el hermano mayor o menor siempre tendrás que compartir todo a la mitad o por el contrario ni siquiera llamarás la atención de los demás porque llegarás a sentir que tu hermano te está opacando porque es mejor que tu.

Cuando hablamos de gemelos, gemelas o mellizos siempre pensamos que son uno solo, que son dos personas con la misma alma y pensamiento y que siempre se protegerán el uno al otro ante cualquier adversidad y peligro.
Pero aquí no fue el caso.

Dos hermanas gemelas, una con el cabello rubio, ojos verdes, con pecas en su cara y un poco más alta, la otra con ojos cafés claros, el cabello castaño, con las mismas pecas en su cara y más baja que su hermana, fueron separadas cuando solamente tenían seis años, la niña de ojos verdes prometió que iba a buscarla pero no fue así porque las circunstancias de la vida no se lo permitieron, la hermana de ojos cafés se quedó esperando la promesa que jamás llego y juro buscar venganza…

…Y la encontró hasta tal punto de llegar a dejar a su hermana gemela en estado de coma…sin ella haberse manchado las manos pero si fue la que ocasionó el revuelo para que le dispararan a Elena…

Eso dejo bastante consternado a Matteo, porque el amor de su vida pende de un hilo para sobrevivir y se culpa de ello ya que piensa que no hizo lo suficiente para proteger a su chica y juro encontrar a la hermana de Elena para que pague por sus crímenes, porque aunque sabe que la persona que le disparó a Elena está tras la rejas en una cárcel sabe que el suceso que conllevo al hombre a cometer tal acto fue provocado por la ira y la rabia por las muertes de los alumnos de la escuela, que la gemela de Elena causó.

El padre de Elena logro huir del país junto con la Señora Lina la madre de Tamara, ya que el incendio provocado fue una distracción perfecta para despistar a las fuerzas especiales lo que dejó en una muy mala posición a Matteo Leonardo y al resto del equipo que trabajan juntos a ellos, pero lograron desmantelar a la mayoría de los científicos que trabajan para el Señor Rodríguez dejando en libertad a cientos de niños que ahora ya están a salvo con sus familias.

La pequeña Meghan fue adoptada por una familia que no podía engendrar hijos y vieron en la pequeña un destello de esperanza que les iluminó la vida, ahora ella está muy feliz en su nuevo hogar con unos padres que la adoran brindándole a ella cariño y afecto.

Por otro lado se encuentran Tamara y la abuelita de Elena que están devastadas por lo que sucedió y no dejan de visitar a Elena cada día para ver cómo va la recuperación y anhelando que despierte en cualquier momento. Aunque la señora María sabe que ella no es su nieta biológica siempre la va a considerar como si lo fuera, ya que la vio crecer y es la niña predilecta de la familia.

Y por último tenemos a Matteo y Leonardo los dos hermanos que esperan a que la pequeña Elena despierte y recuerde la primera vez que se conocieron de cuando eran niños y que todo vuelva a ser como era antes, ver a esa pequeña chica rubia de ojos verdes sonreír bajo el gran árbol en el cual se hacían para leer cuentos fantásticos…

Más que todo Matteo Durand, ya que él se arrepiente de no haber protegido lo suficiente a Elena para que no estuviera en estado crítico, él no a parado de lamentarse por lo sucedido porque es como si le hubieran quitado su otra mitad de alma de nuevo, él no se separado ni un solo minuto de Elena esperanzado de que algún día la chica que ama vuelva a abrir esos preciosos ojos verdes y pueda decirle toda la verdad sin tener que ocultar nada viéndola a los ojos y confesarle todos y cada uno de sus sentimientos…

Han pasado casi cuatro meses…
Cuatro meses en donde todos están a la deriva de que Elena despierte de ese coma, y pueda rehacer su vida con las personas que la quieren a su alrededor....

Pero el camino es largo y hasta ahora está comenzando…ya que el pasado de Elena la perseguirá de por vida.

PDV' Matteo Durand:

Me encontraba en la habitación donde tenían a Elena conectada a un montón de aparatos que median su presión cardíaca, estaba conectada a un tubo para que pudiera seguir respirando, desde el día de la tragedia no me he podido separarme ni un solo segundo de ella, he estado día y noche leyendo sus libros favoritos manteniendo la esperanza de que algún día pueda abrir esos bellos ojos verdes que me atraparon desde la primera vez que la ví.

Me he lamentado cada maldito segundo por no haber cumplido mi promesa de protegerla contra viento y marea, ya la había vuelto a recuperar y me la volvieron a arrebatar,  solo le pido al universo y a la vida que me de otra oportunidad de volver a ver esa sonrisa que tanto me gusta y alegra mis días.

Tengo mi mano entrelazada con la de ella, con la cabeza gacha y la mente hecha un lío…estoy hecho un manojo de sentimientos, tengo rabia, dolor, e impotencia de no haber podido hacer algo más por ella, es algo que ya había sentido antes y que vuelve a renacer, ella no se merece todo lo que le está pasando, solo fue una víctima más de un desafortunado sucedo en donde experimentaron con ella, solo fue manipulada por esos científicos de mierda que le arrebataron su niñez y que prácticamente afectó la vida de dos hermanas gemelas, una está al borde de la muerte y la otra está desquiciada en su libre albedrío de hacerle daño a cualquier persona.

Las lágrimas que tenía reprimidas empiezan a salir recorriendo mi rostro y de repente siento un leve apretón en mi mano.

- Elena – susurro y me vuelve a dar otro apretón – ¿puedes escucharme?
Me acerco más a ella y observo que va abriendo sus ojos poco a poco y a mí se me cae el alma a los pies.
- Despertaste! – digo con emoción acariciando su hermosa cabellera – no sabes cuánto estaba esperando este momento. – digo aún nervioso y tembloroso. – Voy a llamar a un médico para que te examinen.
Y justamente en ese momento me vuelve el alma al cuerpo…

Continuará….