Llevábamos toda la mañana despiertos tratando de asimilar lo ocurrido…nos encontramos en la sala los cuatro tomando una taza de café para poder esclarecer nuestra mente.
-…voy a ir al hospital para ver como están las cosas – nos avisa Matt.
- Voy contigo hermano, para que…
- No, te vas a quedar aquí cuidando de ellas – nos señala molesto.
En eso suena el timbre ellos se dirigen a la puerta y escuchamos una vocecita y es la niña.
- Ya llegueeeee! Hola Elena, Hola Tamara – llega corriendo hasta nosotras pegando un brinco para darnos un abrazo.
- Hola Meghan cómo estás – trato de ocultar mi nerviosismo pero sale fatal.
- Y porque estás triste – se separa de nosotras – que paso, no te alegras de verme? – dice con su ceño fruncido.
- Claro que si me alegra verte pequeña es solo…
- Es cansancio – llega Matt en mi rescate – estuvimos bailando toda la noche y estamos cansados – la niña cambia su semblante y la remplaza por una sonrisa – que tal si hacemos algo de comer para todos? – le sugiere Matt.
- Siii, tengo mucha hambre...
- Me lo supuse, ven vamos a la cocina – Matt toma a la niña de la mano no sin antes dedicarme una mirada que me causa un poco de alivio.
- Gracias al cielo, no quería lidiar con preguntar de esa niña….- dice Tamara desparramándose en el sofá. – tu chico sí sabe lidiar con niños, lo único que le falta es una capa de súper héroe y ya sería perfecto.
Ruedo los ojos negando porque no le quiero dar la razón aún, todavía faltan cosas por descubrir de ese chico, ya que no me ha contado quien es en realidad, pero no quiero presionarlo porque ya sabemos que pasa cuando insisto en lo que no me corresponde indagar…
En eso llega Leo y se vuelve a sentar en el otro sillón que está frente a nosotras, ellos se lanzan miradas cómplices que entiendo enseguida así que… mejor los dejo solos...
- Espera a donde vas? – me pregunta Tammy tomándose su último sorbo de café.
- A distraerme mi mente… un rato. – le sigo ocultando mi emoción.
Me voy dirigiendo al salón donde se encuentra el piano, me siento en el banquillo y con mis dedos de la mano izquierda repaso cada tecla volviéndome a familiarizar con cada sonido que emanan, me quito el cabestrillo para poder tocar pero se me hace muy dificultoso, aún así logro quitármelo y aunque todo mi brazo está vendado mis dedos están libres y hago un esfuerzo enorme para poder tocar.
Siento la melodía recorrer por mis venas, es como si la música hubiera nacido en mi, cierro los ojos recordando la primera vez que toque piano para una multitud en medio de una presentación para la escuela yo estaba de los nervios pero ver a mamá ese día me calmo y fue todo un lujo tenerla allí admirándome, fue cuando tenía once años, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, ese día me dieron el reconocimiento como mejor alumna del Año y un mérito por destacar en la clase de Artística.
Sigo tocando así me este muriendo del dolor pero aguanto hasta donde mi brazo me lo permita, sigo recordando ese momento y ver las lágrimas de orgullo en el rostro de madre me ponen melancólica, ese día fue uno de los mejores porque mamá nos llevó a Tamara y a mí a la casa de playa que tenemos en Florida y como era fin de curso pasamos todas las vacaciones de verano allí.
Se me empiezan a escurrir las lágrimas de pensar en los bellos momentos que tuvimos cuando éramos pequeñas y que ya no van a volver más...
Termino la melodía dejando mis manos por un momento en el piano escuchando unos aplausos y grititos que vienen desde la puerta.
- Estuviste increíble Elena – abro los ojos con media sonrisa en el rostro.
- La pequeña tiene razón – me sorprendo al escuchar su voz – siempre eres maravillosa tocando el piano – me alaga Matt acercándose a mí.
- No es… no es para tanto – gimo un poco de dolor sobándome el hombro lastimado.
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Reflejo del Destino
Mystery / ThrillerSinopsis: ¿Que pasaría cuando te das cuenta que tú vida ha sido una vil mentira y que no ha sido de color rosa como te lo hicieron creer desde que naciste? Elena Rodríguez Roux es una chica que ha vivido en la alta sociedad de la Élite donde está cu...