Antes de entrar a la habitación donde tienen a mi padre una enfermera me pasa una bata, un cubre bocas y un gorrito quirúrgico de color azul para que no le transmita ningún tipo de virus a mi padre que acaba de salir de cirugía.
La enfermera abre la puerta y me encuentro con la escena más desastrosa que rompe el corazón, hay una mujer sentada a su lado entrelazando una de las manos de mi padre a la suya y hay un ¿niño? ¿Pero que diablos?.
Se me cae el alma a los pies analizando la situación.
- ¿Por eso eran las discusiones con mamá cierto? – le reclamo a mi padre y sé que no es la manera más adecuada de armar un escándalo pero es lo primero que se me viene a la mente.
- E-Elena puedo… puedo explicarlo… - hace pausas tratando de quitarse el oxígeno pero la enfermera se lo vuelve a colocar.
- Y yo que pensaba que te la pasaba trabajando todo el día, y no era así cierto? Tenías otra familia y ni siquiera fuiste capaz de decírmelo en la cara.
- Elena… yo lo siento… no quer… - se le corta la respiración y la maquinita que está conectada a su corazón empieza a emitir sonidos raros.
- Saben que, váyanse todos al carajo.
Salgo corriendo de allí quitándome todos los implementos que me dieron para poder entrar y los voy dejando tirados en el suelo.Esperaba de todo menos esto, otra mentira más que agregar a la lista y quien sabe cuántas más me faltan por descubrir.
Voy llegando a la recepción con la respiración agitada y no me detengo escucho voces que me llaman pero no les presto atención solo quiero salir de aquí lo antes posible.
Voy llegando a la salida y una ráfaga de viento golpea mi cara y se me escurren las lágrimas, sigo corriendo sin rumbo fijo y casi me atropella un auto si este no hubiera frenado antes.
El conductor me dice miles de cosas, hasta me maldice por no fijarme en la vía pero eso ahorita me importa un bledo.
Sigo corriendo y no tengo idea qué hora es ya que sigue oscuro, pero ya hay atisbos de nubes en el cielo y para terminar de completar empieza a caer un tremendo aguacero.
Llegó a un parque y me siento en una banquito vacío, y me quedo contemplando los hermosos árboles que decoran el lugar. Miro a un punto fijo a la nada sin ya sentir emociones, creo que después se haber llorado tanto ya no salen hay más lágrimas que derramar.
Cierro los ojos y siento la lluvia caer en mi rostro hasta que siento que alguien toca mi hombro diciendo:
- Creí que no iba a encontrarte – dice a mis espaldas.
Es Matteo
No digo ni una palabra ya que no quiero hablar con nadie, abro los ojos y lo encuentro sentado justo al lado mío. Matt tampoco dice nada lo cual agradezco que respete mi espacio de silencio, sigo contemplando el cielo y llueve más fuerte, me frotó los brazos temblando de frío, él lo nota al instante y me coloca su bléiser por encima de mis hombros y le susurró un “gracias”.
- Y… - se aclara la garganta – que quieres hacer.
- Mmm – pienso ya que no se me ocurre nada- puedes llevarme a mi casa? – me volteo a verlo y el asiente.
Se levanta y extiende su mano para que la agarre y no lo dudo ni un segundo y nos dirigimos a su auto. Su tacto es cálido a comparación con mina que está helada como el hielo.
Ya estamos llegando a mi casa y me pregunta:
- Quieres que me quedé contigo? O necesitas algo?– yo niego y voy abriendo la puerta no sin antes plantearle un beso casto en los labios.
ESTÁS LEYENDO
Reflejo del Destino
Misterio / SuspensoSinopsis: ¿Que pasaría cuando te das cuenta que tú vida ha sido una vil mentira y que no ha sido de color rosa como te lo hicieron creer desde que naciste? Elena Rodríguez Roux es una chica que ha vivido en la alta sociedad de la Élite donde está cu...